Al acto acudieron 380 inmigrantes de los cuales 37 son refugiados procedentes, principalmente, de Siria. Se procedió a la lectura de un manifiesto escrito por los propios inmigrantes, y a continuación Jeannette Alfau y Víctor Gutiérrez contaron sus experiencias como inmigrantes en la Comunidad.
La presidenta de las Cortes, Silvia Clemente, lamentó que “hasta ahora” la Unión Europea “se ha demostrado incapaz de actuar de forma efectiva, careciendo de los mecanismos adecuados, para gestionar humanitariamente el flujo de refugiados, mientras se siguen perdiendo vidas”. Durante la recepción al colectivo de inmigrantes con motivo de la celebración del Día de Castilla y León, Clemente trasladó el “apoyo y la solidaridad” de la sociedad de Castilla y León, “que reclama una solución a esta situación”.
En este sentido, incidió en que la emigración “sigue siendo una realidad” con la que convivir y que hoy día genera un “intenso debate en la sociedad”. La presidenta de las Cortes reiteró, como hizo también el Día del Estatuto con la entrega de la Medalla de Oro a los emigrantes, que este colectivo es de gran relevancia para la Comunidad. Así lo recoge expresamente el Estatuto de Autonomía, que “reconoce a todos los que viven en esta tierra los mismos derechos y encomienda a los poderes públicos promover la integración social, económica, laboral y cultural de los inmigrantes en la sociedad de Castilla y León”. Un mandato que el legislador refrendó mediante la Ley de Integración de los Inmigrantes en la sociedad de Castilla y León aprobada en las Cortes en mayo de 2013.
Los residentes en el exterior
Silvia Clemente recordó que “en diferentes periodos de su historia, Castilla y León ha sido una Comunidad de la que salían sus ciudadanos en busca de trabajo y oportunidades hacia otras comunidades españolas y hacia otros países europeos y de América”, un fenómeno social que “ha incidido de forma singular en el devenir y en la identidad de esta Comunidad”.
Precisamente y conscientes de su importancia, expresó, el Parlamento regional entregó en febrero su más alta distinción, la Medalla de Oro, a los emigrantes castellanos y leoneses, y por lo tanto a todos los que se marcharon de Castilla y León y mantuvieron siempre sus lazos de unión con esta tierra. “Ahora somos una Comunidad receptora, en línea con la evolución general de este fenómeno en otros países de occidente y en España, y contemplamos esta nueva realidad desde una especial sensibilidad y teniendo muy presente que muchos de nuestros paisanos vivieron en otros lugares una situación similar”, subrayó.
Por ello, insistió en, como histórica “tierra de emigrantes”, los castellanos y leoneses “comprende y sienten muy de cerca la realidad de la inmigración y la experiencia vital que conlleva” para los inmigrantes “llegar a un nuevo territorio con el deseo de permanecer en él. Un proceso que siempre entraña un sentimiento de desarraigo y de añoranza respecto al lugar de origen o nacimiento, y al mismo tiempo el anhelo de encontrar un futuro mejor para vuestras familias en esta tierra”.
Entre otros datos, Clemente recordó que en Castilla y León viven y trabajan 128.633 inmigrantes de 120 nacionalidades distintas, lo que representa un 5,26% de la población total de la Comunidad.
Tras el acto, los asistentes degustaron una comida elaborada con productos donados por 49 empresas agroalimentarias de Castilla y León y la colaboración de los cocineros Javier Peña y Víctor Gutiérrez. Estos actos culminan un programa de actividades que tuvo lugar en Burgos y en la sede del Parlamento autonómico, y que consistieron en actuaciones de magia a cargo del Círculo de Ilusionismo Vallisoletano, cuentacuentos, y una Master Class de Pintura.
Y la noche del día 22 se proyectaron sobre la fachada de las Cortes las imágenes remitidas por los participantes en el concurso #CastillayLeónTierraDeAcogida a través de Instagram.