Con motivo del fallecimiento del presidente de la Diputación de Palencia, José María Hernández, quedó abierto un libro de condolencias en la sede social de la Agrupación de Sociedades Castellanas y Leonesas (Ascyl) de Cuba. Más de un centenar de personas asistieron el pasado 20 de febrero a la Casa de Castilla y León en la capital cubana para dejar constancia de su pesar por el infausto acontecimiento.
Entre ellas, el cónsul general de España en Cuba, Jorge Montealegre Buire; Jesús Chacón García, jefe de sección de la Consejería de Empleo y Seguridad Social de la sede diplomática española; Manuel Vallejo, consejero-presidente del Consejo de Residentes Españoles; Julio Santamarina, presidente de la Federación Española; la titular de la Ascyl, María Antonia Rabanillo; Elena Llimó y María Felicidad Amat, presidenta y vicepresidenta respectivamente de la Colonia Palentina de Cuba; presidentes de las casas regionales de Castilla y León, así como directivos y asociados de la Colonia Palentina y de otras entidades.
El presidente de la Diputación de Palencia desde junio de 2011, José María Hernández, falleció el 16 de febrero en el Clínico de Valladolid a los 55 años por “un deterioro de la función cardiaca en el contexto de una infección”.
La institución provincial declaró tres días de luto, al igual que el resto de administraciones publicas palentinas. El pleno de la Diputación concedió la Medalla de Oro de la Provincia a título póstumo a este político del Partido Popular, nacido en Ciudad Rodrigo (Salamanca) en 1959.
El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, lo calificó de amigo y lo definió como un político con mayúsculas, de esos que personalizan “lo mejor” de los políticos de esta tierra.
Diez días después de su muerte tomó posesión del cargo la nueva presidenta de la institución provincial, Ana María Asenjo, que afronta con “coraje y serenidad”. Se trata de la primera mujer que dirige la Diputación de Palencia.