El pasado 12 de diciembre tuvo lugar en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas el funeral por la reina Fabiola de Mora y Aragón. La sorpresa del solemne acto fue la actuación en un momento de la ceremonia religiosa del Coro Rociero de Vilvoorde que, por expreso deseo de la fallecida, interpretó la Salva Rociera ante la sorpresa y la emoción de buena parte de los más de mil asistentes. La reina española de los belgas conoció este coro en 2006 y varias veces asistió a las misas de Navidad en las que actuaba e incluso los invitó a su palacio de Stuyvenberg en varias ocasiones.
La agrupación está formada por emigrantes de la provincia de Córdoba, españoles que salieron de Peñarroya-Pueblonuevo cuando cerraron la cuenca minera y se establecieron en la localidad de Vilvoorde, a las afueras de Bruselas.