Retornados a España también se quedan sin la prestación suiza por motivos poco justificados

La decisión del Gobierno helvético de reducir el déficit de estas pensiones ha originado la repentina supresión de muchas de ellas

Antonio mostró a España Exterior todos los documentos sobre el proceso que ha desembocado en la retirada de su única fuente de ingresos.

La supresión de pensiones de invalidez ha llegado a España. Es el caso de Antonio, un gallego que tras 14 años trabajando en Suiza y 18 cobrando la pensión ha visto como las autoridades de aquel país han decidido quitársela al considerarle apto para trabajar, cuando todavía padece las secuelas de una mala operación realizada al sufrir un desprendimiento de retina: falta de visión y intensos y constantes dolores de cabeza. Para Antonio las causas de que él se quedase sin pensión pese a no estar curado son la decisión del Gobierno suizo de reducir estas ayudas a toda costa y la dejadez del INSS.

La actuación del Gobierno suizo respecto a las pensiones de invalidez es un asunto que preocupa mucho tanto a los residentes en el país como a todas aquellas personas que han trabajado o trabajan allí, como son miles de emigrantes españoles.
La cancelación de estas ayudas, que son la única fuente de ingresos de muchas personas que han tenido que dejar de trabajar por causas de salud, llega hasta nuestro país, donde ya empiezan a producirse casos de retirada de la pensión y que se complican por la falta de coordinación entre administraciones.
España Exterior ha podido conversar con un gallego al que le acaban de retirar la pensión de invalidez. Antonio -nombre supuesto ya que prefiere mantener el anonimato para evitar represalias- reside actualmente en una localidad al sur de la provincia de Pontevedra.
Después de 14 años trabajando en Suiza le concedieron la pensión de invalidez en 1995 -con efectos retroactivos desde 1992- después de que tuviese que dejar su trabajo por problemas de visión y cefaleas causadas por una mala operación tras un desprendimiento de retina.
Cada cinco años, en 1997 y 2002, Antonio pasó los preceptivos reconocimientos médicos en España y al no advertirse mejoría, se le renovaba la pensión suiza sin mayores problemas.
En febrero de 2008 la AI le requiere para que se haga un nuevo reconocimiento médico y que para ello acuda al INSS, donde le envían a un médico del Equipo de Valoración de Incapacidad (EVI). Este médico le remite a un oculista y a un psiquiatra. Ambos, tras una breve conversación, sin exploración ni análisis del historial médico, rellenan los informes correspondientes y en base a ellos el INSS rellena el formulario oficial que remite a las autoridades suizas y éstas deciden retirarle la pensión a Antonio, a pesar de que su estado físico no ha sufrido cambios, algo que no se refleja en el informe del INSS.
El INSS reconoce errores y emite otro informe
Las autoridades suizas notifican a Antonio que le retiran la pensión y él acude a reclamar al INSS donde reconocen que había errores en el informe y elaboran uno nuevo en el que, ahora sí, se especifica que mantiene la misma incapacidad por la que le concedieron la pensión en 1995. Pero este segundo informe del INSS no fue aceptado por las autoridades helvéticas por lo que Antonio decide recurrir al Tribunal Administrativo Federal en Berna, donde le dan la razón. El Tribunal ordena a la AI que reabra el caso.
Ya han pasado casi dos años desde que se inició el proceso y la AI, que no acepta los informes de los médicos que habitualmente tratan a Antonio, le citan con un médico de Lausanne el miércoles 9 de junio de 2010.
Al igual que en España, acude a un oculista y a un psiquiatra. El primer le mira en cinco minutos y en su informe le declara apto para trabajar aunque por teléfono le ofrece algunas tratamientos casi tan graves como la enfermedad, como por ejemplo extirpar el ojo dañado.
Por su parte, el psiquiatra, dice que se aprovechó de la operación por el desprendimiento de retina para obtener la pensión por invalidez.
Por último, el lunes 14 de febrero, Antonio recibe la notificación de que la AI le retira definitivamente la pensión de invalidez.
Antonio está convencido de que el AI está haciendo todo lo posible para eliminar pensiones y sanear así la deuda existente en el fondo para las prestaciones por invalidez. Hasta tal punto que, como han publicado diversos medios de comunicación suizos, como ‘Le Journal le plus lu à Genève’, el AI está pagando sobresueldos a diferentes médicos para que emitan informes falsos que permitan retirar las pensiones.
Falta de coordinación
A esta situación hay que añadir un problema que viene de lejos: la falta de coordinación entre el INSS y las autoridades suizas; y entre la legislación española y la suiza en materia de discapacidad, lo que provoca que hay personas que se queden sin pensión porque los médicos de los EVI no cumplimentan correctamente, desde el punto de vista suizo, los formularios.
La Asociación Marusía de emigrantes retornados ya hizo público este problema hace años así como el Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, en varias propuestas presentadas antes de 2005.
Antonio afirma “que existe todo un entramado para ir retirando las pensiones de invalidez, a personas que la necesitan para poder vivir”.