Los primeros días de estancia en la Comunidad Autónoma de los 35 emigrantes que estos días visitan las Islas Baleares en el marco de la Operación Retorno se están viviendo con mucha emoción por la vuelta a la tierra y con reencuentros familiares.
Con algunos retrasos como los que sufrieron las dos emigrantes isleñas que llegaron desde Montevideo, las dos mallorquinas, ya están en Baleares casi todos los afortunados que fueron elegidos para participar en esta Operación Retorno reducida por efecto de la crisis económica.
Uno de ellos tenía que viajar desde Cuba no pudo finalmente salir por un problema con la tramitación del pasaporte. Otros tres emigrados a este país si que están ya en Baleares, junto a 28 procedentes de Argentina, dos de Uruguay y dos de Chile.
Con un tiempo primaveral, e incluso estival, el marco es idóneo para que los isleños disfruten de una agradable estancia, que en casos concretos se ve multiplicada por los reencuentros familiares que se venían buscando y que finalmente se consiguen.
Es el caso de la familia Bennàsar. Nada más bajar del avión en Son Sant Joan, uno de los emigrantes llegado de Latinoamérica y con este apellido manifestaba su deseo que contactar con sus familiares que no emigraron y éstos finalmente se pusieron en contacto con la Administración isleña, lo que favoreció el reencuentro inesperado para los residentes en Mallorca.
La primera jornada la pasaron los emigrantes en la emblemática localidad mallorquina de Valdemossa, en la que nació uno de los integrantes de la Operación Retorno. Se llama Antonio Salva Calafat y después de 64 años de no haber vuelto a su tierra el miércoles 6 de abril pudo cumplir su sueño de reencontarse con su ciudad natal y sus familiares. Él partió de Valldemossa hacia Uruguay y en la actualidad vive en San Isidro (Buenos Aires).
Ocho descendientes que son de Menorca podrán visitar su isla entre el 8 y el 11 de abril, para regresar después a Mallorca.