Rajoy informó al Rey de las conversaciones públicas y privadas mantenidas con los dirigentes de las principales fuerzas políticas con el fin de formar un “gobierno estable y sólido a la mayor brevedad posible” y recordó que había enviado un documento de trabajo a los grupos parlamentarios con sus planteamientos, pero que está abierto a la discusión.
Y confirmó que el Rey le ha encargado que intente la investidura a la Presidencia del Gobierno: “Le he explicado que, hasta el momento, no cuento con los apoyos para ello, pero que acepto el encargo. Que buscaré esos apoyos, lo he estado haciendo hasta hoy y a partir de ahora lo haré además con el encargo del jefe del Estado”. “Mi intención es negociar un eventual programa de gobierno. Por ello me dirigiré de manera preferente a los partidos constitucionalistas, con los que parece más razonable encontrar acuerdos, hoy más que nunca”, dijo el presidente en funciones.
Incluso añadió que está dispuesto a “explorar la posibilidad de un gobierno en minoría” solo con los apoyos de su partido “si el resto de los grupos garantiza una lealtad mínima para no bloquear cuestiones tan urgentes e importantes” como los objetivos de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad de la deuda pública, la elaboración de los presupuestos, las medidas de la lucha antiterrorista o las líneas fundamentales de política exterior.
Rajoy aseguró que redoblará los esfuerzos de negociación y abrirá una ronda de contactos, esta vez con el encargo del Rey: “En un plazo razonable de tiempo informaré de las gestiones que he realizado, del resultado de las mismas, de los apoyos que he conseguido para una eventual investidura y, en consecuencia, si estoy en condiciones o no de formar gobierno”. Esta frase generó mucha polémica en los medios y entre la oposición por no aclarar si se presentará a la sesión de investidura que el resto de partidos considera obligatoria, por el artículo 99 de la Constitución, tras haber aceptado el ofrecimiento del Rey.
Las consultas de Felipe VI con las formaciones se produjeron tras la constitución de las cámaras de las Cortes Generales el pasado 19 de julio, que dieron como resultado la elección como presidenta del Congreso de la ya exministra de Fomento, Ana Pastor (Grupo Popular), por mayoría simple y en segunda votación y de Pío García-Escudero, como presidente del Senado, reelegido por mayoría absoluta también del PP.
Por ahora, Rajoy sólo cuenta con el apoyo de su grupo y la abstención de los 32 diputados de Ciudadanos y la de Coalición Canaria, insuficiente para la investidura. Ambos partidos apostaron por una abstención de todas las fuerzas para que haya gobierno. El presidente del Gobierno en funciones se reúne el 2 de agosto con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y el 3 con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, para negociar una salida a la actual situación de bloqueo.