Núñez Feijóo elogia el papel de los emigrantes que contribuyen a hacer mejor el lugar donde viven sin olvidar su tierra de origen

Asegura que “la emigración no es desarraigo, ni tampoco aislamiento en el lugar de adopción” como demuestra el galardonado José Antonio Vilaboa

Un momento de la intervención del presidente de la Federación Guipuzcoana de Casas Regionales, José Antonio Vilaboa.
El presidente de la Xunta posó con los integrantes del coro Cantinas da Terra.
Feijóo entrega la distinción a José Antonio Vilaboa.
El presidente y el vicepresidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo y Alfonso Rueda, posan con los galardonados con la Medalla Castelao; entre ellos, José Antonio Vilaboa (tercero por la derecha en la imagen).

Núñez Feijóo aseguró durante su discurso el pasado 28 de junio en la iglesia de San Domingos de Bonaval, en Santiago de Compostela, que “la emigración no es desarraigo, ni tampoco aislamiento en el lugar de adopción”, como demuestran casos como el de José Antonio Vilaboa Barreiro, que preside la Federación Guipuzcoana de Casas Regionales y la Enxebre e Pelegrina Confraría da Queimada en el País Vasco.

El titular de la Xunta recordó que el Peine del Viento, el gran símbolo europeo de Eduardo Chillida, contó con la colaboración de este ingeniero, escritor, dibujante, conferenciante y escultor. “Contribuyó, por tanto, a hacer mejor el lugar donde vive, pero sin que eso le hiciera olvidar nunca que, como tantos otros emigrantes gallegos por el mundo, siempre será uno de los mejores embajadores de la tierra que lo vio nacer”, apostilló. 

José Antonio Vilaboa, por su parte, en su discurso de agradecimiento quiso tener un recuerdo para toda su familia y no olvidó mencionar sus orígenes, a través de sus cuatro abuelos, en Forcarei (Pontevedra). Vilaboa Barreiro señaló que este galardón supone una “ilusión” y un “renovado compromiso con Galicia” para la Federación Guipuzcoana de Casas Regionales.

Promoción cultural

El presidente de la Xunta elogió también los cien años de galeguidade que contemplan a Cántigas da Terra, un coro del que explicó que ha escuchado loas en sus visitas a Suiza, Alemania, Francia o a las tierras americanas. “Cien años en los que demostraron que se puede internacionalizar nuestra cultura y tradición, sin que pierda su esencia y sin que deje de ser propia”, añadió Núñez Feijóo. 

El presidente de Cántigas da Terra, Hugo López, reivindicó los coros como reflejo de un pueblo que a su vez quiere mostrar su patrimonio cultural y alertó sobre su permanencia en riesgo, por lo que pidió a los gallegos que hagan lo posible por “darles vida”, como en su día lograron las Irmandades da Fala o el propio Castelao.

Otra de las premiadas, Teresa Miras Portugal pronunció el  más sentido de los discursos basado en la huella de su municipio, Carballiño (Ourense), y su familia. Apeló al desarrollo de la “creatividad y de la imaginación”, desde niños hasta la Universidad, sin “ahorrar esfuerzos”. De ella aseguró el jefe del Ejecutivo autonómico que “su formación cosmopolita, y una experiencia de más de cuarenta años, hacen de ella una autoridad internacional” como bioquímica y neurocientífica.

Feijóo, en un acto marcado por su defensa del “europeísmo” tras la votación en Gran Bretaña para su salida de la Unión Europea, evocó la figura del intelectual Alfonso Daniel Rodríguez Castelao -quien da nombre a lo galardones-, “padre del galeguismo” que “no podía concebir un futuro para su tierra, para nuestra tierra, que no estuviera vinculado a Europa”. Además, el titular de la Xunta elogió la trayectoria literaria de Alfredo Conde y arquitectónica de Xerardo Estévez, los otros dos galardonados, así como la carrera política de ambos, el primero como conselleiro de la Xunta y el segundo como alcalde de Santiago.