Neira Vilas destaca el gran aporte de la emigración a su tierra en la entrega de las Medallas de Galicia

Feijóo alaba el papel de los residentes en el exterior como garantes y protectores de la memoria gallega

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el vicepresidente, Alfonso Rueda (d), posan con Ana Campos, David Cal, Xosé Neira Vilas y Manuel Sánchez Salorio, que recibieron la Medalla de Galicia.

La tragedia ferroviaria de Angrois, de la que se cumplieron dos años el 24 de julio, y la muerte el pasado día 19 en una prueba en Estados Unidos del piloto de motociclismo de Moaña (Pontevedra), Dani Rivas, tuvieron especial protagonismo en la emotiva ceremonia de entrega de las Medallas de Galicia 2015 que tuvo lugar el pasado 24 de julio.
Las máximas distinciones de la Comunidad recayeron en el piragüista de Cangas David Cal, deportista más laureado del olimpismo español, el periodista Enrique Beotas, fallecido en el accidente ferroviario y cuya medalla recogió su viuda Ana Campo, el escritor Xosé Neira Vilas, autor de la célebre obra Memorias dun neno labrego, y el oftalmólogo Manuel Sánchez Salorio.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que cerró el acto, afirmó que “la clave de nuestros éxitos más recientes no está en la división, ni por cuestiones de pensamiento ni por cuestiones generacionales”. Y previno contra la “tentación” de fragmentarse al considerar que “podría conducir a un funesto desenlace”.
En su intervención, además, Feijóo aseguró que Galicia “está despierta” porque aquellos que como Xosé Neira Vilas “cruzaron el Océano llevaron a las espaldas algo más que la amargura de la emigración y que una simple maleta. Aquellos hijos que se fueron cargaron también con nuestra memoria y, de alguna manera, se convirtieron en los padres que la protegieron”. “Nadie sabría de donde venimos, nadie entendería de todo lo que somos, sin repasar la obra de Neira Vilas. Es un manual para comprender Galicia y para quererla”, añadió.
El escritor, tras definirse como “jornalero de la palabra, trabajador de las letras y exemigrante”, recordó la contribución de los emigrantes gallegos afincados en Latinoamérica a la construcción de la Galicia actual y lamentado que su aportación siga sin “estudiar”. Xosé Neira Vilas (Vila de Cruces, 1928) explicó cómo era ver Galicia desde lejos, por la emigración, pero de esta experiencia destacó lo positivo, que es mucho.
Ofrenda y manifestación
Un día después, el presidente de la Xunta imploró en la tradicional ofrenda al Apóstol Santiago, que se celebra cada 25 de julio desde 1643, por la unidad de España, y recordó que “juntos queremos seguir para no perder una identidad secular y afrontar mejor las dificultades”. Alberto Núñez Feijóo apeló al Rey Felipe VI, quien lo nombró delegado en esta ceremonia que se celebra el Día de Galicia, como garante de la España de los pueblos, de las lenguas, de las autonomías y de la democracia constitucional y apuntó que el reto presente es que “la realidad viva se mantenga plural”, como “punto de encuentro de los pueblos que la componen”.
Finalmente, miles de personas -25.000 según los organizadores- reivindicaron la “soberanía” con motivo de la celebración del Día da Patria Galega en una manifestación que por primera vez convocó una comisión promotora y a la que las formaciones políticas (BNG, Anova, Compromiso por Galicia, Esquerda Unida) simplemente se sumaron.