Miranda recibe a los primeros beneficiarios del programa ‘Reencontros na Casa’ que en este año aumenta un 3% el número de plazas

El secretario xeral da Emigración se acercó a saludarlos personalmente hasta los aeropuertos de A Coruña y Santiago

Rodríguez Miranda, derecha, recibió a los beneficarios de ‘Reencontros na Casa’ 2015.

Los primeros participantes de la edición de este año del programa ‘Reencontros na Casa’, iniciativa de la Secretaría Xeral da Emigración, comenzaron a llegaron a los aeropuertos de Alvedro y Lavacolla el miércoles 17 de junio. Al aeropuerto coruñés llegaron los participantes de Argentina (93) y los de Uruguay (59). Los participantes de Brasil, Cuba y Venezuela llegaron al aeropuerto de Lavacolla. El primero de los grupos fue recibido por la delegada de la Xunta en A Coruña, Belén do Campo, y el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, y los sucesivos por este último.

En total, este año serán 203 los participantes en este programa, un tres por ciento más que el año pasado. ‘Reencontros na Casa’ tiene por objeto ofrecer la posibilidad de acercarse a su tierra y su familia a los gallegos residentes en los diferentes países de Latinoamérica. A través de esta iniciativa se facilita que estos emigrantes tengan la oportunidad de redescubrir sus raíces, así como ponerse en contacto con la realidad actual de Galicia, casi siempre en los mismos lugares en los que nacieron. Para algunos de ellos, de hecho, es el primer retorno a su tierra de nacimiento, desde que iniciaron su nueva vida en otros países.

Agilidad en la tramitación

El Diario Oficial de Galicia publicó el pasado 11 de febrero -anticipándose en el tiempo a ediciones similares de otras anualidades- la resolución de la Secretaría Xeral da Emigración por la que se reguló y convocó el programa ‘Reencontros na Casa’ para residentes en el exterior durante este año 2015. La intención de esta mayor agilidad administrativa fue que los destinatarios del programa pudiesen organizar con tiempo sus desplazamientos a Galicia.

El programa establece la concesión de ayudas, por el valor del 60 por ciento del coste del pasaje, entre sus países de residencia y Santiago de Compostela, excepto en el “caso de países en los que existan dificultades para acceder a las divisas necesarias para sufragar la parte que debe abonar la persona beneficiaria, debido a dificultades en la política cambiaria”. En estos casos, la Administración gallega podrá sufragar hasta el 100 por cien del coste del pasaje.

El papel de la Administración gallega, además de sufragar la parte correspondiente del pasaje, es el de velar por su salud en el traslado y organizar con las familias el reencuentro. Una vez realizado este, son ellas, las familias, las encargadas del mantenimiento y hospedaje de los beneficiarios de la iniciativa. El programa permite que los beneficiarios extiendan su presencia en la Galicia territorial hasta tres meses.

Apuesta por el social

Las condiciones que se establecen en la edición de este año del programa no varían respecto a años anteriores, pero sí el número de plazas, que aumenta un 3% hasta alcanzar las 203. Se trata de una nueva apuesta del Gobierno gallego por mantener, e incrementar dentro de lo posible, las líneas de actuación social que benefician directamente a la ciudadanía, de manera que las políticas socio asistenciales se mantengan incluso en tiempos de dificultad económica para la Administración.

Para beneficiarse del programa, el solicitante debió acreditar tener nacionalidad española y ser emigrante gallego o hijo de emigrante gallego, residir en Iberoamérica, tener por lo menos 65 años, ser válido por sí mismo y estar en condiciones de realizar un viaje de larga duración, no haber participado en los últimos cinco años naturales en programas de viajes de la Secretaría Xeral da Emigración, tener familiares de hasta cuarto grado de consanguinidad o afinidad con los que puedan residir durante su estadía en Galicia, así como tener ingresos inferiores a tres veces el importe de la pensión asistencial española por ancianidad marcada para el país de residencia (cantidad distinta a la correspondiente en España). Igualmente, pudieron beneficiarse los cónyuges de los emigrantes gallegos que cumplan algunos de estos requisitos, segundo establece la orden reguladora del programa.

Perfil de los participantes

Aunque los participantes deben tener por lo menos 65 años, hace falta subrayar que el promedio de edad del grupo supera siempre con creces esta cifra. Así, el promedio de edad es en esta ocasión de 76 años. El 79 por ciento de ellos participaba por vez primera en la iniciativa y alguno de ellos no había vuelto a Galicia desde que decidieron poner rumbo a su nuevo hogar en Iberoamérica. Una de las personas beneficiarias, una gallega residente en Argentina, cuenta con 92 años de edad.