Miranda invita a los gallegos del País Vasco a redoblar esfuerzos para mantener y mejorar la buena imagen exterior de la comunidad

"Galicia tiene un valor añadido fundamental con el que cuentan muy pocos pueblos, los cientos de millares de gallegos desperdigados por el mundo", afirmó

Un momento del acto.
odríguez Miranda clausuró el XXIII Gran Capítulo de la Enxebre y Peregrina Cofradía de la Queimada en el País Vasco, durante el que fueron nombrados cuatro cofrades de gran honor.

Durante su alocución a los presentes, Miranda puso a Vilaboa “y al resto de gallegas y gallegos en Euskadi” como “ejemplo de cómo integrarse plenamente en la cultura y la sociedad de acogida, manteniendo intactas vuestras raíces. Y sois igualmente ejemplo en transmitir el cariño a la tierra gallega a las segundas generaciones, a vuestros hijos y nietos, hijas y nietas. Mercé a ese cariño, vosotros y vuestros descendientes ayudáis de manera impagable a propagar y fomentar esa excelente imagen que -gracias a vuestro esfuerzo- Galicia tiene fuera de nuestras fronteras”, aseguró el secretario xeral.

El alto cargo autonómico recordó la relevancia de las comunidades gallegas fuera del territorio: “Supisteis estar al lado de vuestra tierra en los tiempos difíciles -por fortuna parece que ya superados- y os pido que lo sigáis estando. En este mundo globalizado, Galicia tiene un valor añadido fundamental con el que cuentan muy pocos pueblos, y ese valor sois vosotros: los cientos de millares de gallegos desperdigados por el mundo, que actuáis de auténticos embajadores naturales de Galicia”, afirmó Miranda.

Este XXIII Gran Capítulo comenzó con un ‘amaiketako’ (aperitivo de media mañana típico en Euskadi), un desfile de todos los cofrades hasta la parroquia de San Ignacio -donde tuvo lugar una misa en gallego, euskera y castellano-, paseo con la compañía del grupo Trisquele hasta la Casa del Ayuntamiento donostiarra, ‘aurresku’ de honra, actuación de la Coral Polifónica de Bera y solemne investidura de los cuatro nuevos ‘cofrades de gran honor’. Así, recibieron sus credenciales la presidenta del Hogar Gallego de Pamplona-Casa de Galicia en Navarra, María Jesús Rodríguez; la filósofa Amelia Méndez; el secretario de la Cofradía Vasca de Gastronomía y presidente de la Federación de Cofradías Gastronómicas, Juan Manuel Garmendia; y el diseñador gráfico José María Alemán.

Las celebraciones finalizaron con un almuerzo de confraternidad en el que estuvieron presentes gallegas y gallegos de toda Guipúzcoa y provincias limítrofes, y una ‘gran queimada iniciática’ a cargo del ‘druida queimador’, presidente de la Cofradía, Xosé Antonio Vilaboa.

La Enxebre y Peregrina Cofradía de la Queimada en el País Vasco, que cuenta con más de cien cofrades, es un centro colaborador de la galleguidad que tiene por finalidad promover “los enlaces de amistad entre los pueblos vasco y gallego, potenciar ambas gastronomías, y promover la atención a los peregrinos en el Camino de Santiago del Norte”, según se refleja en sus estatutos.

Las estadísticas oficiales señalan que residen en el País Vasco en el entorno de las 45.000 personas nacidas en el territorio gallego, pero el número de los que sienten enlaces familiares y personales con Galicia es muy superior, las segundas generaciones mantienen fuertes vínculos con la tierra de sus padres y abuelos.

Al mismo tiempo, en el territorio de la Comunidad Autónoma Vasca existen trece entidades representativas de la diáspora, de las que once son comunidades gallegas, uno es centro colaborador de la galleguidad -la propia Cofradía protagonista del evento-, y el otro es el centro de estudios y difusión de la cultura gallega.

De ellas, seis tienen sede en la provincia de Bizkaia (Bilbao, Baracaldo, Santurce, Sestao, Ondárroa y Ermua), cinco en Guipúzcoa (dos en Donosti, Eibar, Zarautz y Elgoibar), y dos en Araba (Gasteiz y Llodio).