Miranda asegura que “Galicia tiene, en sus hijos e hijas emigrados, y en sus descendientes, una baza única, el mejor potencial de futuro en su proyección exterior”

“Hoy los ‘nuevos gallegos’ están inmersos en culturas nuevas sin abandonar la propia, y eso es una riqueza de la que podemos presumir”, afirmó en una conferencia en Vitoria

Antonio Rodríguez Miranda, Iñaki Bazán y Rocío Dourado.

El secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, impartió el martes 21 de abril en Vitoria la conferencia ‘La emigración gallega: perspectiva de pasado, oportunidad de futuro’, con la que se inauguraba el octavo ciclo de cine sobre los fenómenos migratorios en todo el mundo, que organiza la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco. En el acto intervinieron también la docente coordinadora del evento, Rocío Dourado, y el decano de la facultad, Iñaki Bazán.

Miranda ofreció una visión sobre el pasado y el presente de la diáspora gallega, recordando que en la actualidad “las estadísticas oficiales muestran que el número de gallegos nacidos en la Galicia territorial y residentes en el Exterior desciende, si bien aumenta el número total de gallegos residentes fuera”, circunstancia que se debe a dos factores: la recuperación o adquisición de la nacionalidad española y adscripción a la provincia gallega por efecto de la llamada Ley de Memoria Histórica, y también al crecimiento vegetativo natural, es decir, a los hijos de ciudadanos gallegos residentes en el exterior y cuyos progenitores los inscriben en el consulado correspondiente como ciudadanos españoles.

Así, el secretario xeral da Emigración afirmó que “Galicia crece ahora en el exterior gracias a ese potencial enorme, en todos los sentidos, que son los hijos y nietos de aquellos que un día marcharon, pero que siguen vinculados a la tierra de sus ancestros”, y también que “hoy los ‘nuevos gallegos’ están inmersos en culturas nuevas sin abandonar la propia, y eso es una riqueza de la que podemos presumir”. Miranda añadió asimismo que “me congratula especialmente la capacidad de absorción de la cultura de acogida que mis paisanas y mis paisanos han demostrado y demuestran día a día” y, en este sentido, exaltó esa capacidad demostrada por la colectividad residente en el País Vasco.

Camino universal

Recordando que el Camino de Santiago convirtió en universal a Galicia siglos antes de que los gallegos esparcieran su cultura por todo el mundo, Rodríguez Miranda afirmó que “alejada en una esquina del continente, Galicia mostró al mundo la capacidad de atraer hasta su confín a gentes y culturas de todo el universo y, también en la actualidad, de los cuatro puntos cardinales del planeta”.

En referencia a los gallegos del exterior -de los que dijo “es un honor poder representarlos”-, aseguró el secretario xeral da Emigración que “Galicia cuenta con un cuerpo diplomático que ya habían querido para sí las naciones más poderosas del planeta”. Exaltó la labor de promoción de su tierra que realizan las y los gallegos residentes fuera afirmando que “ahora que el mapa geopolítico cambió el Atlántico por el Pacífico en el centro, estamos en un margen del planeta. Y, sin embargo, hoy más ojos que nunca miran hacia nosotros. Merced al trabajo realizado dentro, pero sobre todo a esa cosmovisión que los gallegos del exterior fueron capaces de dar a conocer”.

Miranda recordó que, desde antaño y a través de la labor callada de la diáspora, el nombre de Galicia se vincula con el alejamiento geográfico, pero también con la calidad: “Desde hace algunos años, esa calidad generó por fin el valor añadido necesario para que nuestra tierra vaya ocupando el lugar que por naturaleza y justicia le corresponde”. Labor en la que, aseguró, Galicia cuenta también con un respaldo importante entre sus hijos e hijas residentes en el País Vasco.

En Ondarroa

Tras la conferencia en Vitoria, Rodríguez Miranda se desplazó hasta Ondarroa, donde visitó a socias y socios y conoció las instalaciones de la Casa de Galicia de esta localidad vizcaína, que preside Armindo Peso, visita en la que estuvo acompañado por la presidenta de la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi, Pilar Rodríguez.

Creada en el año 1962 y perteneciente a la Irmandade de Centros Galegos en Euskadi, la Casa realiza al largo del año múltiples actividades de carácter social, cultural y lúdico, con las que consigue mantener y reforzar los lazos entre los propios gallegos residentes en la localidad y el entorno.