Miguel Ángel de Frutos asegura que la Ley de Memoria Histórica ha cubierto todas las reivindicaciones para acceder a la nacionalidad

Entrevista con el embajador en Suiza y ex director general de Asuntos y Asistencia Consulares

Miguel Ángel de Frutos en la Embajada de España en Suiza.

-¿Podría hacer una valoración de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica en lo que se refiere al acceso a la nacionalidad?
Lo que he podido observar estos años que he estado en el Consejo General es que era una reivindicación antigua la de que los nietos de españoles pudieran acceder a la nacionalidad española. Y fui testigo del inmenso esfuerzo que se hizo por parte del Ministerio de Justicia, pero, sobre todo, del de Asuntos Exteriores, para aplicar esta ley. Fue titánico. Se contrataron 150 personas para distribuir entre todos los consulados. Se dieron instrucciones muy precisas para que pudieran aplicar la ley con facilidad. Y cuando se plantearon problemas de orden doctrinal, se intentaron aclarar. En estos momentos no sé cómo van las estadísticas. Pero creo que, desde que se empezó, el 1 enero 2008, todo funcionó, en general, perfectamente.
-Este tema, el de la nacionalidad, ¿está cerrado, hacen falta más reformas o habría que ir hacia una Ley de Nacionalidad?
Creo que está cerrado. Puede haber opiniones de diferente calado, pero tengo la impresión de que, con la Ley de la Memoria Histórica, se han cubierto los supuestos en que pudiera haber habido una carencia importante en este aspecto. También esto dependerá en el futuro de cómo evolucione el tema de la nacionalidad, porque con la globalización y la facilidad en las comunicaciones todo puede cambiar. Pero, en estos momentos, en el ámbito de los de los derechos de los extranjeros al acceso a la nacionalidad española creo que están contempladas ya todas las posibilidades.
-Uno de los grandes asuntos de actualidad entre la emigración es la reforma de la Ley Electoral, ¿qué le parece que se suprima el voto de los emigrantes en las elecciones municipales y que se instaure el voto rogado en los demás comicios?
Durante el tiempo que he sido director general de los Asuntos Consulares he tratado de cerca este tema. En ningún país del mundo los ciudadanos en el exterior pueden votar en las municipales. Porque no puede decidir quién va a estar en el gobierno local personas que no residen en un determinado pueblo o ciudad.
n Respecto a los Consejos de Residentes Españoles (CRE), ¿le parece que son el medio adecuado para lograr una comunicación fluida entre la Administración y los residentes en el exterior?
Ésa es la misión que tienen para que el cónsul pueda tener constancia de los problemas de los españoles en el exterior y viceversa. Pero son órganos consultivos, no se puede pretender ir más allá de esa competencia.
-¿No cree que su legitimidad está siempre en entredicho a causa de la participación tan baja que hay en las elecciones para su formación?
Sí que sería deseable que consiguieran una mayor participación en las elecciones. Pero no digo que no tengan legitimidad: La tienen desde el momento en que la legislación por la que se rigen no exige un porcentaje.
-Pero fomentar la participación es complicada si no se cuenta con medios económicos…
Ésa pudo ser una queja en el pasado pero no puede seguir siéndolo en el presente. En la era de la informática se puede llegar a todos los rincones del mundo, se pueden exponer los principales puntos de cada candidatura, quién se presenta, etc. Y los consulados pueden ayudar, utilizando la capacidad de divulgación que tienen a través de la informática. Pero los propios CRE deberían buscar medios para que esa información electoral fluyera con facilidad.
– ¿Cómo se imagina el futuro de los CRE?
Tendrá mucho que ver con la evolución de la emigración española. Estamos en un momento de cambio total, porque las nuevas tecnologías así lo imponen. Habrá que esperar a ver lo que suponen esas nuevas tecnologías en el ámbito de las relaciones humanas y de la comunicación entre los seres humanos. Igual llega un momento en que ya no son necesarios los CRE porque esa comunicación se hace de otra manera. Pero aún es difícil adivinar el futuro de los CRE.
-Y respecto al Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior, ¿le parece un órgano efectivo?
Creo que es efectivo. Lo que sucede es que habría que intentar tratar de cuestiones que afecten a todos y no exponer problemas puntuales de escasa entidad y localistas que hacen perder efectividad a sus trabajos y que sin duda tienen otras vías de solución. Recuerdo un caso en que la protesta consistía en que la novela de TVE Internacional se pasaba en ese país a altas horas de la madrugada y era imposible verla.
-¿Cómo se podía articular esa representación política y esa comunicación entre Administración y administrado de manera más fluida y eficaz?
Es posible que exista otro modelo, pero los países europeos tienen sus órganos destinados a la atención de los nacionales en el exterior. La verdad es que, con alguna diferencia pequeña, el modelo de los consejos es el mismo.
-Hablando de Europa, desde Alemania se incentivarán las oportunidades laborales para los jóvenes españoles. A Suiza cada vez hay más gente que está emigrando o se plantea venir, ¿Cree que en la actual situación de crisis puede haber un repunte de la emigración española?
Puede suceder. No lo sé. Los ciclos económicos varían. No sabemos cuánto durará éste de crisis. Puede que sí salga mano de obra cualificada por lo que encontrará acomodo y más herramientas para integrarse y no necesitará la misma atención por parte del Estado que los emigrantes de hace unas décadas.
-¿Es la emigración un colectivo que puede abrirle puertas a España?
Evidentemente que es así. Aunque tendríamos que dividir entre la emigración que salió de España en los 60 o 70 que fue más por razones económicas de la nueva emigración española ya que, en estos días, es gente muy cualificada, que incluso tiene responsabilidad en grandes empresas y que, por lo tanto, se sitúan a niveles importantes. El trabajo que ellos hacen se podría aprovechar para mejorar la imagen de España y para que nuestro país tenga más posibilidades de progresar.
-Con respecto a su etapa actual, ¿ha tenido contacto en este tiempo con la colectividad española en Suiza?
Todavía no, he intentado a través del cónsul general en Berna, tener una entrevista o saludar al CRE de Berna y aún no hemos podido fijar una fecha. A medida que me vaya moviendo por la demarcación de Zurich y de Ginebra intentaré también saludar a los representantes de los CRE y de la comunidad española que estén interesados.
-El trabajo de un embajador se desarrolla, fundamentalmente, con el gobierno del país en el que se encuentra, ¿hasta qué punto considera necesario el estar en contacto con el colectivo de ciudadanos?
Habría que matizar porque hay embajadas en países donde no hay consulados que tienen una sección consular. Entonces el embajador está más centrado en la atención a los españoles. En mi caso, estoy en un país en el que existen tres consulados, así que no se da ese caso, pero también es mi labor el estar en contacto con la comunidad española. Yo estoy receptivo a cualquier invitación que se me pueda hacer a asistir a centros, etc.
-Usted pidió venir a Suiza, ¿por qué le interesaba especialmente este país?
Siempre pensé que tenía que tener alguna vez un puesto aquí. Me pasó lo mismo con Turquía, por ejemplo. Por otro lado, el pueblo suizo es muy trabajador, muy responsable, muy serio y, evidentemente, un estado en el que existe la democracia directa tiene un interés añadido.