Más de mil personas asisten a la conmemoración del 94 aniversario de Casa de Galicia de Montevideo

La entidad afronta el futuro con optimismo tras haber superado la grave crisis económica que casi la llevó a la quiebra

Intervención del presidente de la entidad, Manuel Ramos.

Con una fiesta que tuvo que realizarse en los salones de Cambadu, porque no había lugar para todos en Casa de Galicia de Montevideo, según explicó su secretario Eduardo Miras, socios y amigos de la entidad gallega más grande fuera de Galicia celebraron sus 94 años de vida con la presencia de la embajadora española, Aurora Díaz, el cónsul Eduardo de Quesada y el delegado de la Xunta de Galicia, Manuel Barros.
El presidente de la institución, Manuel Ramos, recordó la situación por la que atravesó la sociedad en los últimos años que comenzó con José Arijón como presidente intentando rescatar a la entidad de una quiebra anunciada y que culminó en esta administración que consiguió regular toda la deuda. “Ahora solamente el Estado uruguayo es el único acreedor”, señaló Ramos en una emotiva reflexión.
Luego, trastocando los protocolos a propósito, habló la embajadora Aurora Díaz, para luego hacerlo el delegado de la Xunta Manuel Barros, quien mostró el papel de Casa de Galicia tanto en la atención sanitaria a la colectividad, con más de 60.000 afiliados, pero también en la cultura gallega, pidiendo permiso a los asistentes para dirigirse a sus compatriotas en la lengua gallega para expresarles el sentir de felicidad por este aniversario.
El protocolo en la oratoria fue modificado adrede, según anunció la presentadora, para dejarle el momento final a “los socios de Casa de Galicia que son sus dueños”, realizando el gerente Manuel Mouriño un minucioso informe de las prestaciones que el hospital realiza convirtiéndose en uno de los centros hospitalarios de referencia de Montevideo y de la región a nivel cardiovascular.
La celebración prosiguió con las danzas de los cuerpos de baile de Casa de Galicia, con música en vivo de su banda de gaitas que tiene la particular de integrar a una marinera y un marinero de la banda de la Armada de Uruguay, cuyas gaitas donadas por la Diputación de A Coruña complementan con singularidad a los gaiteiros ataviados con trajes típicos gallegos.
Luego el baile de los mariachis Fernández y de la orquesta ‘Los Fatales’, hicieron bailar a más de un millar de asistentes que degustaron una cena con comida típica uruguaya y española muy bien conjugada por Benito, cantinero del Centro Ourensano.
Esta fiesta que permitió unir a toda la colectividad con la espléndida noticia de tener a una Casa de Galicia pujante y buscando su destacado lugar en la sanidad uruguaya, contó también con la presencia de los presidentes de los partidos Popular y PSOE, de todas las instituciones españolas y también del jefe de la Oficina Laboral de la Consejería de Emigración, además de socios y funcionarios de la entidad.