Manoel Carrete presenta su libro sobre la historia del Centro Gallego de Barcelona acompañado por el presidente del Parlamento de Galicia

Además de Miguel Santalices también estuvieron presentes los secretarios xerais de Emigración y Política Lingüística, Antonio Rodríguez Miranda y Valentín García

Valentín García, Miguel Santalices, Manoel Carrete y Antonio Rodríguez Miranda.

El presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices Vieira, el secretario xeral da Emigración, Antonio Rodríguez Miranda, y el secretario xeral de Política Lingüística, Valentín García, participaron el 29 de marzo en la librería Couceiro de Santiago en el acto de presentación del libro ‘Centro Gallego de Barcelona. Conciencia de Galicia’, del que es autor Manoel Carrete, presidente del Centro Galego de Barcelona.

Santalices Vieira valoró el trabajo que desarrollando el actual presidente del Centro Galego de Barcelona y autor de la obra presentada, gallego de segunda generación asentado en la ciudad condal y activista destacado de la cultura gallega de Barcelona, “una fecunda realidad que brota cada día con multitud de formas”.

“Manoel Carrete se define a sí mismo como ‘cien por cien gallego aunque haya nacido en Cataluña’ y, quizás por eso es uno de los artífices de que el fuego de la galleguidad se mantenga encendido y fuerte en Barcelona”, afirmó Santalices Vieira.

El presidente del Parlamento de Galicia también subrayó la importancia de la obra presentada que trata de dar a conocer noticias históricas del Centro Galego de Barcelona, poniendo en valor, de este modo, la trayectoria del decano de todos los centros gallegos de Europa, dado que fue fundado el 7 de abril de 1892.

En su intervención, el presidente del Parlamento de Galicia recordó la figura de Tiberio Ávila, filántropo orensano biografiado por Manuel Carrete en otro libro, que fue profesor de Picasso y primer vicepresidente del Centro Galego de Barcelona. Recordó que Tiberio Ávila fue, como diputado a Cortes, uno de los impulsores de la llegada del ferrocarril a Ourense en 1881 y después, ya asentado en Cataluña, defendió la conexión ferroviaria con Galicia para dar salida a la producción cárnica gallega.