Miguel Ángel Vidal Secretario del Foro Español de Expatriación

“Los jóvenes profesionales españoles no van al país que mejor los acoja sino al que mejor proyecto profesional les ofrezca”

El secretario del Feex, Miguel Ángel Vidal.

-¿Qué es el Foro Español de Expatriación? ¿Cuáles fueron sus primeras acciones?
Es una asociación sin ánimo de lucro que se constituyó en 2004 por las empresas españolas con presencia en el exterior. El motivo fue una necesidad: el Feex nace buscando el apoyo mutuo para afrontar las dificultades de la presencia en el exterior. Al unirse a través de una asociación se podía producir el intercambio de información entre las empresas con todas las garantías de discreción y conseguir entrar en parámetros de costes razonables. Cuando el foro comienza, nadie sabía qué criterio de compensación de sus empleados utilizaba su competidora. El detonante de la situación fue constatar que los profesionales expatriados españoles, cuando coinciden en otro país, sí intercambian información con toda fluidez. Por eso, la primera actividad que da lugar el Foro es un estudio sobre compensación de expatriados. El estudio fue un pretexto que nos reunió y, a partir de ese encuentro, se identificaron otras prioridades que enseguida vimos que eran mucho más importantes.
-¿Cuáles han sido, entonces, las funciones de la Feex desde su creación?
Los primero fue promover una mejora de los procesos de inmigración de los directivos y técnicos extranjeros de alta cualificación con la Administración pública, ya que el retraso en la incorporación de profesionales extranjeros de alta cualificación planteaba graves problemas a las empresas españolas. Los tiempos de resolución de sus autorizaciones de trabajo y residencia eran excesivamente largos y eso restaba competitividad a las empresas. España no se puede permitir no tener el talento necesario. Cuando se juega en una liga internacional se debe hacerlo con los mismos elementos que los demás equipos. Por ello iniciamos una colaboración con la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración, en cuyo marco encontramos sensibilidad y un apoyo decidido que dio lugar a reformas importantes de la legislación de extranjería y al reconocimiento del interés público de determinados grupos de inmigrantes cualificados.
-¿Y respecto a los españoles en el exterior?
El movimiento de los españoles hacia el exterior precisaba, también, una continua intervención. Teníamos necesidades que van más allá de los recursos y capacidad de la red consular. Recibíamos noticias, por ejemplo, de que algunas empresas tenían problemas para conseguir visados en algunos países. En esas ocasiones, identificamos las situaciones y movilizamos a la Administración española en el exterior desde el Ministerio de Asuntos Exteriores, informando exactamente de la situación y proponiendo posibles soluciones. El resultado siempre ha sido muy positivo y al constituirnos en una asociación el planteamiento era colectivo y la solución era igualmente colectiva.
n ¿Cómo es esa colaboración con la Administración pública española fuera del país?
El servicio exterior español es muy solidario con nosotros, con una actitud de colaboración altísima, a pesar de las dificultades y las limitaciones presupuestarias que tiene. Esto se ha demostrado en la crisis de Libia, de donde se han evacuado 181 personas y donde se tiene que proveer de documentación a más de 80 familias que han venido sólo con su pasaporte.
-¿Considera que existe un nuevo perfil de emigrante español?
Sin duda, y además pienso que es muy satisfactorio. Desde luego, el perfil de emigración económica ha cambiado, gracias a dios, por no hablar de la política. Nos enfrentamos a una nueva emigración. La situación interna hace que los jóvenes españoles -una generación preparadísima- salgan al exterior. El nuevo perfil del emigrante es un profesional -hombres y mujeres-, que se mueven por un proyecto. Son profesionales de todos los sectores, aunque España es una economía muy competitiva en tres áreas principales: las ingenierías; tecnologías; y las infraestructuras de construcción. Otros sectores importantes son los de las energías y de la banca. Los jóvenes profesionales no salen de España y van al país que mejor los acoja, sino al que mejor proyecto profesional los ofrezca; es muy diferente de la emigración de los años 60 y de la posguerra. Se trata de jóvenes muy preparados, que van a ir a donde crean que su proyecto tenga más posibilidades.
-¿Cuál es el motivo de que exista este nuevo perfil migratorio?
La crisis acelera el proceso de internacionalización de España como país. La crisis está planteando una situación muy dura en el interior, con altos niveles de desempleo. Creo que todos los ciudadanos de la España europea estamos preocupados e intentando contribuir a que España salga adelante, pero una consecuencia no querida pero -sin embargo- positiva dentro de la dureza de la crisis es ese aceleramiento.
-¿Están conformes con los logros obtenidos hasta el momento?
Las empresas están cada vez más satisfechas con el cometido institucional del Foro porque nuestra asociación está permitiendo una labor de coordinación de los servicios españoles en el exterior y con los intereses de las empresas de una manera que nunca antes se había producido. El futuro nos lo planteamos con un afán de servicio público.
-¿En qué se traduce esa orientación de servicio público del Feex?
La consecuencia inmediata de esa orientación va dirigida a las personas: a tomar conciencia de la comunidad de españoles en el exterior. Es un deseo porque no es fácil identificar puntos de mutuo interés y no lo es porque hablamos de que el Feex representa intereses económicos, institucionales y organizativos, mientras que el colectivo son individuos que tienen necesidades y deseos a título personal. La dificultad es conciliar las ambiciones personales de nuestros ciudadanos en el exterior con las prácticas mercantiles. Pero con el apoyo de la Dirección General de la Ciudadanía Española en el Exterior (DGCEE) estamos intentando conocer mejor la realidad de la ciudadanía, que entendemos que es el principal paso. Y también entendemos que es importante darnos a conocer como institución para que la ciudadanía tenga la satisfacción de saber que las empresas españolas en menos de 15 años han conseguido el liderazgo en países donde ellos han vivido muchos años viendo cómo empresas norteamericanas o de otros países dominaban la economía. Además, creo que es bueno que las empresas españolas envíen a sus profesionales en el exterior y que sus familias conozcan la implantación de la colonia en ese país. Es bueno que las empresas tengan conocimiento de jóvenes descendientes que tienen un talento que las empresas españolas pueden necesitar. Ellos pueden beneficiarse de un mejor contacto con las empresas españolas en el exterior. Y es bueno que los jóvenes descendientes sepan que sus conciudadanos españoles también representan una España muy formada con un altísimo nivel. En definitiva, quisiera que se sintieran orgullosos de esos españoles y españolas, que se sintieran interesados en formar parte de nuestro futuro económico.
-Dadas las características del Feex, ¿de qué modo tiene en cuenta en su actividad a los jóvenes profesionales descendientes de españoles?
Mi mensaje para los jóvenes descendientes españoles en el exterior es que ojalá seamos capaces de conectarlos con las empresas españolas para que puedan considerar trabajar en una empresa española en su país o en cualquier otro país del ámbito latino.
-¿Cuál es la relación del Feex con la DGCEE?
La primera cuestión en la que estamos trabajando es el conocimiento mutuo y la identificación de posibles proyectos comunes. Aún no los hemos concretado, pero estamos colaborando mutuamente, como ocurrirá con un curso promovido por una escuela de negocios, al que hemos invitado a la Dirección General para que explique cómo está constituida y organizada la ciudadanía española en el exterior, sus potencialidades, sus preocupaciones, y en el que el foco va a estar puesto en los descendientes.
-¿Cuáles son los proyectos de futuro de la Feex?
Recientemente finalizamos la elaboración de un Libro Blanco sobre la gestión de la expatriación. Con esa iniciativa nos dimos cuenta de la importancia de contribuir con una dimensión pública y una orientación de servicio público, proponiendo medidas técnico-jurídicas dirigidas a todas las Administraciones. En relación a esto, junto al Instituto de Empresa, iniciamos el 3 de mayo un curso abierto a cualquier compañía para formar expertos en gestión de expatriados, aunque lo hemos llamado Gestión Internacional de Recursos Humanos. Además, a corto plazo, queremos acercarnos a la ciudadanía española en el exterior, conocerlos y que nos conozcan, e intentar que los descendientes salgan de la imagen histórica -más o menos dramática o traumática- para entender que el futuro que está viviendo la España actual es muy diferente y ellos pueden estar en él. También queremos acercarnos a otras instituciones, como el servicio exterior y que sea más conocido por las empresas.