Las agrupaciones políticas del Centro Gallego de Buenos Aires autorizan las negociaciones para la cesión de la gestión del hospital y la venta del inmueble de la institución

Las conversaciones con el Grupo Ribera Salud y la Fundación Favaloro podrían iniciarse antes de finalizar el año

Los trabajadores cortaron la calle Moreno para visibilizar su reclamo.
Los socios pudieron seguir la proyección en directo de la asamblea desde el hall central de la institución.
Moyano se dirige a la Asamblea de Representantes de socios del Centro Gallego.
Aída Díaz explicó los motivos por los que rechazaron la aprobación de los ejercicios desde el año 2012 al presente.
El interventor comunica el resultado de la asamblea a los trabajadores.

Las seis agrupaciones políticas del Centro Gallego de Buenos Aires acordaron autorizar el inicio de las negociaciones para la cesión del servicio de prestaciones médicas y la venta del inmueble de la institución a la sociedad compuesta por el Grupo Ribera Salud español y la Fundación Favaloro argentina.

Así se desprende del escrito que le hicieron llegar al interventor por parte del Inaes, Martín Moyano Barro, durante la realización de la asamblea extraordinaria de representantes de socios que tuvo lugar en el Teatro Castelao del Centro Gallego el pasado lunes 18 de diciembre.

Según consta en el documento, que contó en su confección con el acuerdo de todas las agrupaciones políticas, los representantes de los socios autorizaron el inicio de las negociaciones y aseguraron que darán su conformidad a la operación si se cumplen una serie de condiciones, entre las que destacan que el grupo inversor asegure los puestos de trabajo de todo el personal y la atención sanitaria de todos sus asociados en las mejores condiciones posibles, además de hacerse cargo de la cancelación de todas las deudas que tiene la institución.

La asamblea fue seguida con mucha expectativa por numerosos trabajadores que se manifestaron frente a la puerta del Teatro Castelao con pancartas, bombos y fuegos artificiales y por un grupo de socios que pudieron observar en directo el desarrollo de la misma a través de una pantalla gigante ubicada en el hall central de la institución.

Durante su transcurso, los representantes rechazaron aprobar los balances de los ejercicios pendientes desde el año 2012, argumentando que hacerlo sería una manera de aprobar la gestión de las sucesivas intervenciones que se hicieron cargo de la gestión del hospital de la institución desde ese año: “No aprobamos ni la gestión ni las políticas que se implementaron y que son las que nos llevaron a la situación en la que estamos”, señaló José María Cortés.

Asimismo, rechazaron la proclamación de las autoridades electas en agosto de 2016, según explicó Aída Díaz, “por inválida según el artículo 13 del reglamento interno” y propusieron que entre todas las agrupaciones se confeccione una lista de consenso.

Satisfacción

Una vez concluida la asamblea, Moyano manifestó a España Exterior su satisfacción por la propuesta presentada por las agrupaciones: “Es un paso adelante que nosotros valoramos mucho y que creemos que puede significar el principio de una solución para la crisis que desde hace más de una década vive el Centro Gallego”, recalcó.

Asimismo, adelantó que una vez conformada la comisión de representantes que designen las agrupaciones “la contactaremos formalmente con el grupo inversor para que negocien directamente con ellos, porque los dueños del Centro Gallego son los socios”, y estimó que las conversaciones podrían iniciarse antes de finalizar el año.

Moyano también aclaró que, hasta que las negociaciones concluyan, el Inaes seguirá administrando el hospital para sostener su funcionamiento, por lo que pedirá una prórroga de su mandato, que vence el próximo 29 de diciembre.

Respecto a las condiciones que las agrupaciones han supeditado para aprobar la venta del Centro Gallego, señaló que el punto más conflictivo es el referente al pasivo de la institución, “que ellos adjudican al Inaes y al Estado argentino porque no quieren hacerse responsables de ella, pero la verdad es que más de un 80 por ciento de la misma es producto de la decisión de la junta directiva de la entidad de tomar el personal que era responsabilidad de la Fundación Galicia Salud luego de su quiebra. Es un punto que habrá que resolver porque nosotros ya no tenemos autorización para poder homologar el pasivo judicial”.

Por su parte, la delegada general de los trabajadores, Stella Maris Suárez, quien desde hace 28 años se desempeña como enfermera en el hospital de la entidad, manifestó con lágrimas en los ojos a este medio su alegría por el principio de acuerdo de las agrupaciones a la venta de la institución: “Estamos muy emocionados porque para nosotros era muy importante mantener nuestras fuentes de trabajo, más aún por la situación en la que está el país. Hoy se definía el futuro del Centro Gallego y la venta al grupo inversor era la única solución, porque si no el cierre de la institución era inminente”.