La ley que regula el voto electrónico para los catalanes en el exterior continúa su tramitación en el Parlament de Catalunya

Fueron rechazadas las dos enmiendas a la totalidad presentadas por el PPC y Ciudadanos

Intervención en el debate de la consellera de Governació, Meritxell Borràs.

El Pleno del Parlament de Catalunya acordó el pasado 30 de noviembre que la cámara continúe tramitando el procedimiento de votación electrónica para los catalanes residentes en el extranjero al rechazar las enmiendas de devolución que habían presentado Ciudadanos (C’s) y el Partido Popular de Cataluña (PPC).

El Proyecto de ley del procedimiento de votación electrónica para los catalanes y catalanas residentes al extranjero ha superado el debate de totalidad, puesto que el Pleno ha rechazado las enmiendas de devolución pesentadas por Ciudadanos y el PPC por 34 votos a favor (los dos grupos que las han presentado) y 98 en contra (Junts pel Sí, la CUP, Catalunya Sí Que Es Pot y el PSC).

La iniciativa regula el procedimiento por el cual los catalanes residentes en el extranjero podrán votar electrónicamente en las elecciones en el Parlament y en otros procesos electorales e instrumentos de consulta popular. Para votar, el elector tendrá que solicitar el voto e identificarse en la plataforma de votación electrónica. Una vez identificado, recibirá “por medios electrónicos y de forma segura” las credenciales necesarias para ejercer el derecho de voto. Este nuevo sistema está avalado por un informe favorable de la Junta Electoral Central.

La consellera de Governació, Administracions Públiques i Habitatge, Meritxell Borràs, presentó el proyecto, y en el debate intervineron Lluís Maria Corominas (JxSí), Carlos Carrizosa (C’s), David Pérez (PSC), Joan Josep Nuet (CSQP), Esperanza García (PPC) y Joan Chaparral (CUP).

La diputada del PPC Esperanza García ha considerado que esta ley “es otro instrumento del independentismo hiperventilado” y ha apuntado que hay países europeos que han rechazado implantar el voto electrónico por falta de suficientes garantías. “Parece que quieren convertir este derecho esencial casi en un ‘Cyber Monday’ electoral”, dijo García.

Por su parte, la consellera de Governació, Meritxell Borràs, recordó que la iniciativa, en la que se han recogido las sugerencias de hasta 32 expertos a nivel mundial, nace de “la sensación de impotencia que nos provocó ver que en las elecciones del 27 de septiembre de 2015  hubiera tantos catalanes en el extranjero que no pudieran votar” y defendió que los poderes públicos “tienen la obligación de procurar que no haya ningún ciudadano que no pueda ejercer su derecho al voto”.

De los 196.065 catalanes residentes en el exterior, 21.771 pidieron el voto pero sólo 14.781 pudieron votar en las elecciones autonómicas de septiembre de 2015. “Votos perdidos, problemas con horarios de verano de embajadas y consulados, papeletas que no llegaban, sobres que se perdieron, y en total, más de 500 quejas y un contencioso ante el Tribunal Supremo, es el balance de lo que ocurrió” en las elecciones, ha explicado Borràs.

Desde Catalunya Sí Que Es Pot (CSQP) y la CUP criticaron que haya tantos ciudadanos que no pueden votar “por la incompetencia” del Estado y “el camino de espinas” que supone el actual sistema. Joan Josep Nuet, de CSQP, ha negado, en todo caso, que el voto electrónico “sea un instrumento del proceso” independentista.

”Esta implementación -afirmó el socialista David Pérez- es transcendental, muy importante. Se ha llevado a cabo en diferentes países y, donde ha conseguido consenso político, se ha aplicado y no hay problemas técnicos. Esto funciona”.

Lluís Coromines, diputado de Junts pel Sí, señaló que tanto PP como Ciutadans “han participado en ponencias sobre la Ley electoral y (entonces) estaban a favor del voto electrónico».