La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso rechaza la propuesta de Ciudadanos de eliminar el voto rogado

Al considerar que este debate debe realizarse en la Subcomisión para la reforma electoral que ya está en marcha

La Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso rechazó por 32 votos en contra y 3 a favor la proposición no de ley presentada por Ciudadanos por la que se pedía la reforma del voto exterior y la eliminación del voto rogado. Mayoritariamente, los grupos parlamentarios consideraron que este asunto debe debatirse en la Subcomisión para la reforma electoral.

La propuesta de Ciudadanos, defendida el pasado 25 de octubre por el diputado Fernando Maura, estaba compuesta por cinco puntos. En primer lugar, la supresión del ruego del voto y la sustitución de este procedimiento “por otro más accesible para los residentes en el extranjero”. Para Maura, la reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) de 2011 introdujo, con el voto rogado, “un concepto de carácter discriminatorio” que “se tradujo en un descenso dramático de la participación exterior”.

En segundo lugar, Ciudadanos pidió la eliminación de la diferenciación de los residentes permanentes respecto de los residentes temporales en el extranjero, que estén debidamente inscritos en el Registro Consular; y en tercer lugar que, como medida transitoria, “se autorice el envío de oficio de las papeletas y sobres de votación a todos los ciudadanos inscritos en el censo de electores residentes ausentes, CERA”.

Además, Fernando Maura añadió que “solicitamos garantizar el voto en urna en las misiones diplomáticas y oficinas consulares de aquellos países que cuenten con un número significativo de españoles residentes en su demarcación” y, por último, que se estudie “la posibilidad de instaurar el sistema de voto electrónico para el voto de los residentes españoles en el extranjero”.

Desde el Partido Popular, el PSOE y Podemos coincidieron en que este asunto debería debatirse en la Subcomisión para la reforma electoral que ya está funcionando al amparo de la Comisión Constitucional.

El diputado del PP José Antonio Bermúdez de Castro defendió que la reforma de la Loreg realizada en 2011 buscaban reforzar la seguridad jurídica del voto exterior y no otra cosa. “No pretendimos cercenar el derecho de participación de nadie” afirmó. Desde entonces señaló que “se ha disipado cualquier atisbo de duda o sospecha en relación con ese voto”. Aunque reconoció que “es verdad que se ha producido un efecto no querido ni deseado por el legislador”, el de la baja participación, pero que “los que entonces estábamos en esa ponencia no pretendíamos el resultado que se ha producido”.

“Por tanto -afirmó Bermúdez de Castro- es verdad que hemos ganado en seguridad y transparencia, pero hemos perdido en efectividad y en participación. A nuestro juicio, tenemos que buscar un equilibrio entre el principio de seguridad y el principio de participación, sin sacrificar ni una cosa ni la otra”.

Asimismo, el diputado ‘popular’ aclaró que el voto rogado no fue introducido en la reforma del 2011 sino que ya existía tanto para el voto de los residentes en el exterior en las elecciones municipales como para los residentes en el España que votan por correo y lo que se hizo fue extenderlo.

En su intervención, Bermúdez de Castro también se refirió a la posibilidad de que se pudiera solicitar el voto para un período determinado y no para cada elección. “Por tanto, con ese período determinado podría ser para varios procesos electorales. Lo digo porque hay varias alternativas y no solo una”. Esta opción ha sido defendida por el PP en distintas ocasiones.

El diputado del PDeCAT en el Grupo Mixto, Jordi Xuclá, señaló que su juicio el sistema de voto exterior diseñado con la reforma de 2011 no era un buen sistema operativamente hablando -y no desde el punto de vista de concepto- “porque descasaba mucho en el servicio diplomático, en el voto en urnas en embajadas y consulados, en el voto por correo dentro de los países que se ha demostrados que no es operativo”. Por este motivo defendió que cuando la Subcomisión para la reforma electoral aborde el voto exterior “debe tener muy en cuenta que simplemente el servicio diplomático español no está entrenado ni creo que mentalizado para hacer esta función en tiempo y forma”.