A mediados del presente mes de octubre la Casa Cultural Extremeña-Sanluqueña El Candil viajó a las comarcas de Hurdes y Sierra de Gata. Se alojaron en Coria y desde allí iniciaron el primer día su recorrido por las Hurdes, visitando la alquería de Erías, perteneciente al municipio de Pinofranqueado. Se pudo comprobar la arquitectura rural, con los techos de pizarra, la madera de castaño y la piedra, como protagonistas de las escasas casas que aún conservan esta tradición. Visitaron posteriormente el pueblo de La Alberca, ya en la provincia de Salamanca, primer pueblo de España declarado Monumento Histórico Artístico, en 1940.
Al día siguiente, fue la comarca de Sierra de Gata la protagonista. Visitaron los pueblos de San Martín de Trevejo, Trevejo y Hoyos. El primero, declarado Bien de Interés cultural, por la buena conservación de su arquitectura. Son típicos los poyos de cantería a la entrada de las casas y el agua que surca sus calles, aparte de ser uno de los pueblos del Valle de Jálama donde se habla una lengua romance del subgrupo galaico-portugués: la Fala. En el segundo, destacan las ruinas del castillo de origen árabe; las tumbas antropomorfas, junto a la iglesia; y la pequeña aldea de casas de granito y teja árabe, siendo declarado este conjunto urbano monumento de interés turístico.
Por último, Hoyos, antigua residencia de verano de la nobleza cacereña y de los obispos de Coria. Aquí fue asesinado el Obispo Álvarez de Castro por los franceses, durante la Guerra de la Independencia Española. Destacan sus calles adornadas con blasones nobiliarios y ventanas geminadas. Visitaron la fábrica de quesos “La Rozay” donde pudieron comprar el buen queso de cabra que en este pueblo “soyano” se hace.
El tercer día visitaron la cooperativa de aceite “Jacoliva”, de Pozuelo de Zarzón, donde adquirieron aceite y también los dulces típicos de este pueblo, como son las perrunillas. De allí, partieron hacia Montehermoso para ver el parque temático de Extremadura, construido en miniatura de los monumentos más importantes extremeños. También comprobaron la riqueza artesanal que presenta este pueblo: la fundición de campanas de bronce, la fabricación de cencerros para el ganado o la artesanía de la gorra montehermoseña, que presenta tres tipos: la de casada, soltera y viuda.
Las cerca de 50 personas pudieron deleitarse con la riqueza paisajística que ofrecen estas dos comarcas y con la artesanía montehermoseña. La Casa quiere agradecer la atención que tuvieron con ella dos personas muy arraigadas a las comarcas visitadas, Hurdes y Sierra de Gata, que le sirvieron de guías, durante su recorrido: Paco Castillo y Manuel Rodríguez, respectivamente.