La Casa de Andalucía en Curitiba festejó el 28-F con una típica ‘feijoada’

La idea era demostrar cómo, sin perder las raíces, los emigrantes adoptaron nuevas costumbres, explicó María del Carmen Pastor, secretaria de la entidad

Bailando sevillanas.
La 'feijoada' es un plato muy típico en Brasil.
La presidenta de la Casa de Andalucía, Blanca Hernando, dirigió unas palabras a los asistentes.
Saturnino Hernando, a la izquierda, junto a su familia.
Preparando la 'feijoada'.

Con una típica ‘feijoada’ los andaluces de Curitiba, en Brasil, celebraron el Día de Andalucía. Esta conmemoración organizada por la Casa de Andalucía en esta ciudad brasileña plasmó muy bien el mensaje que la presidenta de la Junta de Andalucía envió a todas las casas de Andalucía en el mundo: “….Durante este tiempo, los andaluces y andaluzas en el exterior habéis contribuido al fortalecimiento de nuestra tierra a través de una labor primordial de conservación y difusión de nuestra cultura y promoviendo en la sociedad valores como la igualdad de género y la apertura de espacios para la juventud. A ello unís otro de las grande señas de identidad del carácter andaluz: el establecimiento de fuertes lazos de cohesión en las localidades que un día os recibieron”.

Los días sábado es muy tradicional comer la típica ‘feijoada’ (cocido de alubias negras servido con arroz blanco, una comida que dejaron como tradición los esclavos negros) y la comunidad andaluza ya está fuertemente unida con las tradiciones brasileñas. Los miembros de la Comisión de Voluntarios, responsable de la preparación de la comida, cuentan que lo que difiere este plato de un buen cocido de alubias, es el color de la alubia brasileña, pues los ingredientes son prácticamente los mismos.

La idea era demostrar cómo, sin perder las raíces, los emigrantes adoptaron nuevas costumbres, explicó María del Carmen Pastor, secretaria de la entidad y cuyo padre emigró en los años 50 desde Macael, Almería.

Este año el homenajeado fue el impulsor de la Casa de Andalucía, Saturnino Hernando Gordo. Cónsul honorario durante más de 42 años, siempre luchó por tener las casas regionales dentro del Centro Español, entidad que este año cumplirá 40 años.

Durante la comida se pudo disfrutar de la típica música brasileña, oyendo la samba y tomando las típicas caipiriñas. Tampoco faltó el buen flamenco, dirigido por el maestro Aurelio Baggio. Como se puede esperar, la fiesta terminó con el público bailando por sevillanas.