Inaugurado el memorial del campo de concentración de Rivesaltes que acogió a miles de republicanos españoles

El primer ministro francés, Manuel Valls, apostó por “mantener despierta la memoria”

Imagen antigua del campo de concentración de Rivesaltes.
El historiador español Rubén Doll-Petit, en las instalaciones del memorial.
Una vista del memorial del campo de concentración.
El señor Serra fue internado a la edad de tres años en este campo.
El primer ministro francés, Manuel Valls (de origen español), inauguró el memorial.

En el acto celebrado el pasado 16 de octubre, Manuel Valls -de origen español-, destacó que el lugar fue testigo de todas las desgracias de ese siglo: “conflictos armados, dictaduras, antisemitismo, racismo (…) y ceguera de los pueblos”. Por ello, apostó por “mantener despierta la memoria”, como objetivo fundamental del lugar para el futuro.
Cuenta la historia que en 1938, el ejército francés construye el campamento militar Joffre en el municipio de Rivesaltes, a unos treinta kilómetros de la frontera franco-española del Pertus. Conocido como ‘el Campo de Rivesaltes’, este emplazamiento abarca 615 hectáreas en una explanada caracterizada por un clima particularmente violento: un frío insoportable en invierno y un calor intolerable en verano.
Entre 1937 y 1938, unos 70.000 españoles se refugiaron en Francia. Teniendo en cuenta la evolución de la Guerra Civil, la consigna del Gobierno francés es de prepararse a acoger otros 15.000. Pero, de hecho, son más de 450.000 republicanos los que atraviesan los Pirineos en febrero de 1939. En marzo, 264.000 españoles son apilados en los campos de concentración construidos apresuradamente en las playas del Rusillon. No solo se trata de encauzar a los refugiados, sino de aplicar al mismo tiempo el decreto del 12 de noviembre de 1938 relativo al internamiento de los “extranjeros indeseables”. En el campamento militar de Rivesaltes, en agosto de 1940 se constata la presencia de unos mil españoles, jóvenes legalmente menores afectados a los trabajos forzados.
La historia del campo comienza en 1938, al origen estaba previsto para hacer un campo de instruccion militar. Está situado entre las ciudades de Salses y de Rivesaltes y las 600 hectáreas del campo fueron cuidadosamente escogidas cerca de la vía del tren, al lado de la carretera nacional más tarde y cerca del mar y de la frontera española.
El contexto internacional va a hacer bascular este simple campo militar en la historia, puesto que hace ya dos años que la Guerra Civil española estalló y que los republicanos españoles retrocedían por el empuje de los franquistas. El 26 de enero 1939, Barcelona fue tomada y los republicanos se ven obligados a escapar, es lo que se conoce como La Retirada.
El proyecto de instalar a 15.000 emigrantes españoles en el campo Joffres ve el día en 1939 pero esto no se concreta en una pequeña parte que resta mínima. El 10 de diciembre de 1940, la defensa pone a disposición 600 hectáreas al sur del campo militar con el fin de acoger a los expulsados de Alemania. El campo, como centro de acogida, funciona a partir de 1941 y se prevé entonces acoger a 17.000 personas. Se compone de 150 barracones alineados con una capacidad para 10.000 personas y se propone albergar a todas las familias, pero no las reúne porque hay barracones para hombres y otros para mujeres e hijos.
En 1941, la mitad de los internados son españoles (9.000) y un tercio, judíos y extranjeros.
A partir de 1942 el campo cambia de objetivo, participando en la política colaboracionista iniciada por Petain después de la entevista a Montoire. El 24 de octubre de 1940 hablamos de la llamada  ‘Drancy zona libre’, pues el campo va a ser para judíos detenidos en zona libre en viaje por Drancy y para muchos hacia Auschwitz.
En noviembre de 1942, en el cuadro de la invasión de la zona libre, el ejército alemán se instala en el campo Joffres lo que liquida de un solo golpe el campo de acogida.
Despues de la guerra, el campo sirve como lugar de prisión entre 1945 y 1948 para los prisioneros de guerra alemanes e italianos. En paralelo, el campo recibe también ciudadanos de otros países europeos clandestinos, como por ejemplo, los españoles.
La historia del campo salta con fuerza con la guerra de Argelia, así hasta 1972 Rivesaltes es un campo de tránsito y recalificación para los harkis y sus familias, de algunos días a varios años según las familias. Se supone que 20.000 personas fueron apelotonadas en Rivesaltes entre 1962 y 1964. En 1977 las últimas familias quitan el campo.
De 1986 al 2007 el campo sirvió como centro de retención administrativa con el objetivo de reagrupar a los españoles y extranjeros en situacion irregular.
Desde 1944 el centro contabiliza más de 1.000 entradas anuales, lo que hacía de este centro el más importante de detención para emigrados clandestinos en Francia. Fue cerrado en 2007.