Francisco Ruiz: “A partir de este pleno se inicia un tiempo para recuperar los derechos que nos han quitado”

El presidente del Consejo General de la Ciudadanía en el Exterior hace un balance sobre el 5º mandato que ahora finaliza

El presidente del CGCEE, Francisco Ruiz.

Sobre este mandato que finaliza señala que empezó muy bien, con el Estatuto y la mejora en el acceso a la nacionalidad en la Ley de Memoria Histórica aunque recalca que la modificación de la Loreg “es una gran losa” sobre la ciudadanía en el exterior “porque nos han quitado todo lo que estábamos construyendo a favor de la emigración”.

Los días 21 y 22 de septiembre se celebrará en Madrid el 5º pleno del 5º Mandato del Consejo General de la Ciudadanía Española en el Exterior (CGCEE). Allá por 2007 se inició la andadura que finaliza en pocos días y se inició de forma muy positiva. En concreto con la elaboración del Estatuto de la Ciudadanía Española en el Exterior, una norma que con toda la fuerza de la ley tenía como objetivo servir de remache de los derechos de los emigrantes, por los que durante los últimos veinte años había venido luchando el Consejo.
“Poco después de entrar en vigor el Estatuto, en diciembre de 2006, se empezó a ver que el Gobierno empezaba a desarrollar esa ley de manera muy interesante”, destaca el presidente del CGCEE, Francisco Ruiz, pocos días antes de finalizar su segundo periodo como cabeza de este órgano de representación de los españoles en el extranjero. Añade, además, la introducción en la Ley de Memoria Histórica de importante mejoras en el acceso a la nacionalidad así como el Real Decreto de pensiones asistenciales y el de atención sanitaria. “Todo estaba cambiando favorablemente”, recalca.
Sin embargo, no todo lo que bien empieza, bien acaba.
En el año 2008 se crea en el Congreso de los Diputados la subcomisión para la reforma de la Ley electoral, dentro de la Comisión Constitucional. “Poco después de su puesta en marcha el Consejo pidió ser escuchado pero ni la subcomisión ni la comisión contestaron y como se veía que la reforma iba a suprimir derechos volvimos a pedir que nos oyeran, y a día de hoy no hemos recibido contestación”.
Ruiz afirma que “pensamos que los parlamentarios no han cumplido una ley, el Estatuto, que ellos mismos aprobaron por unanimidad al no querer escuchar al Consejo”.
Manifestación del disgusto
Además de que la reforma perjudica seriamente la participación política de los residentes en el extranjero -”con esa complicación extrema que es el voto rogado”-, Ruiz añade que otra de las causas de “toda la bilis que hemos manifestado” ha sido el desprecio por el Consejo y el incumplimiento del Estatuto por parte de los diputados. Ante esta situación, el presidente del CGCEE afirma que “el futuro no se ve nada reluciente”.
Francisco Ruiz califica la reforma de la Loreg como “una losa gigante” e indica que en el pleno de los días 21 y 22 de septiembre “va a haber un momento de manifestación del disgusto, de la rabia, del coraje, porque nos han quitado derechos. De expresión del descontento”.
Aunque el futuro se plantea nublado, en lo referente a las políticas de atención a la emigración, Ruiz mantiene el optimismo. “No podemos quedarnos ahí, sino que tenemos que avanzar. Vamos a ver las propuestas e intentar que en el próximo mandato las cosas se coloquen en su sitio”.
“Se darán cuenta del error”
Ruiz considera que al final los partidos políticos “se darán cuenta del error que han cometido al suprimir el voto en las municipales y al instaurar el voto rogado. En ese momento deberán decidir un cambio, como podría ser la representación de la emigración en las Cortes y que implicaría un cambio en la Constitución. Pero ya hemos visto recientemente que cambiar la Constitución no es tan complicado”.
El presidente del CGCEE avanzó que de nuevo se presentarán propuestas sobre la Ley electoral y también sobre los CRE. Y también se va a solicitar que se prorrogue la Disposición Adicional 7ª de la Ley de Memoria Histórica para que todas aquellas personas con derecho a recuperar la nacionalidad puedan hacerlo.
La reforma de la Loreg cuya consecuencia ha sido la supresión del voto emigrante en las elecciones municipales y la aplicación del voto rogado en el resto de comicios ha situado casi que esfumado la influencia política de la emigración.
Sin embargo, Francisco Ruiz no cree que se pueda hablar de una situación límite.”En lo que a mí se refiere, no es el límite final”. Es más, Ruiz mantiene su optimismo. “Es un tiempo para reconstruir todo lo que hemos conseguido y todo lo que hemos trabajado estos años y para recuperar los derechos que nos han quitado”.