Feijóo destaca el equilibrio que ha mantenido la emigración gallega entre la incorporación al país de acogida y la lealtad al de nacimiento

En la entrega del Premio Ourensanía 2016 a José Sousa Gómez

José Sousa Gómez (dcha.) recibió el premio de manos de Alberto Núñez Feijóo.

El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, se refirió el pasado 11 de noviembre al Premio Ourensanía 2016 como la prueba de que la gallega es una identidad no excluyente, abierta siempre a nuevos horizontes, ideas y amistades.

Durante el acto de entrega del galardón, Feijóo aseveró que el cosmopolitismo gallego y ourensano no es ‘papeleisón’, como advierte Luis González Tosar en el manifiesto de ourensanía. Y, en esta línea recordó que la emigración permite detectar una característica propia de las comunidades gallegas que otras comunidades expatriadas no tienen, haciendo alusión a ese equilibrio entre la incorporación al país de acogida y la lealtad al país de nacimiento. “Nuestra gente no está en Caracas o Buenos Aires, nuestra gente es Caracas y Buenos Aires, sin dejar de ser de Ramirás o de Os Peares”, dijo, en relación a los galardonados.

Durante su intervención, el titular del Ejecutivo autonómico en funciones destacó la larga carrera cinematográfica en Venezuela de José Sousa Gómez, “un ourensano que supo que la imagen era su camino, después de acudir por primera vez al cine Regueiro de Celanova”. “Y en Os Peares nació también un hombre que la Ourensanía rescata de un cierto olvido para exaltarlo y hacerle justicia, Rodolfo Prada Chamochín”, añadió, afirmando que por encima de los apuntes biográficos que recuerdan su papel como testamentario de Castelao y animador incansable de las actividades galleguistas en la capital argentina, destaca su afán unificador.

“José Sousa Gómez vive en un país que requiere restaurar los puentes para recuperar su grandeza. Rodolfo Prada Chamochín luchó por construirlas”, recalcó, subrayando que los gallegos disfrutamos de una tierra “en la que florece la libertad, en la que vivimos en fraternidad”; una tierra en la que, según aseveró, la Ourensanía es un ingrediente esencial del ser gallego que encara con confianza el siglo XXI.