Entregan los pasajes a los gallegos residentes en Uruguay beneficiarios del programa ‘Reencontros na terra’

En un acto celebrado en Casa de Galicia en el que participó el delegado de la Xunta en Montevideo, Manuel Barros

Manuel Barros explica a los beneficiarios cómo se desarrollará el viaje.

Mientras que no llegaba Barros, uno de los viajantes inflo su gaita y comenzó a desparramar por el salón de Casa de Galicia “morriñas” que cautivaron a todos los presentes, cambiando las charlas por letras que aparecían en las bocas de ellos ante el asombro de muchos nietos pequeños que les acompañaban por ser semana de vacaciones.

Así fue hasta que llegada la hora se dio comienzo por parte de Barros de la reunión, preparada con dos objetivos: entregarles toda la documentación, pasaje y hacerles las últimas recomendaciones por parte de la médica que les acompañará en el viaje, al tiempo que también “los juntamos para que se vayan conociendo y se conformen en un grupo unido que será identificado con collares para que no se pierdan, como nos ocurrió años pasados en el inmenso aeropuerto de Barajas”, explicó Adriana Fernández, una de las funcionarias de la Delegación en Montevideo.

Luego fue Manuel Barros quien les alentó a disfrutar de su regreso a la tierra, advirtiéndoles de lo cambiado que encontrará Galicia, particularmente en autovías que atraviesan todas las aldeas.

Por otra parte les aseguró que “es política de la Xunta de Galicia y de su presidente Alberto Núñez Feijoó, aun pasando las dificultades que se están pasando en España en este momento, como ustedes saben, pues todos estos viajes y las políticas de asistencia a emigrantes van a continuar”.

Recalcando que “pueden quedarse tranquilos que tanto eso, como las pensiones, etc., no se van a tocar y van a continuar”, deseándoles un buen viaje y una gran estadía: “espero que encuentren bien a su familia”.

Los viajeros agradecieron con un aplauso, pero siguieron muy concentrados porque a continuación la médica que les acompañará durante toda su estadía hizo las últimas recomendaciones de que medicamentos llevar consigo y detalles de movilización adecuada a llevar a cabo en la cabina del avión para tan larga travesía.

Mientras tanto, le fueron entregados todos los documentos, pasajes y se les explicó que cosas pueden llevar y cuales no en su equipaje de mano, al tiempo que todas las preguntas fueron respondidas luego también cara a cara con los emigrantes nerviosos y desacostumbrados a viajar en avión, explicando muchos de ellos que será su primera vez.

Más de medio siglo sin volver a su tierral

Del grupo de emocionados emigrantes, rescatamos a dos que representan un poco el espíritu de este programa Reencontro n aterra 2011.

Una de ellas es María Aurora Torreiro García de Cardal, provincia de A Coruña, que lleva 57 años sin volver a Galicia. Vino con veinte años de edad y piensa “encontrar a primos viejos como yo, donde me voy a quedar con ellos un mes y medio”, afirmando conocer que “encontraré todo distinto, muy cambiado”.

Casi quebrándose y poniéndose a llorar intenta explicarnos con palabras “cuanta ilusión” tiene. “Me casé aquí con un uruguayo descendiente de españoles, tengo una hija con su marido, dos nietos uno de 16 y  otro de 19 años”, y no aguanta más, se pone a llorar recordando cuando “me avisaron que estaba seleccionada me puse muy emocionada. ¡No pude ir nunca!”, exclama desde sus entrañas. “Había que trabajar, y ahora como estoy libre de todo, voy a poder viajar” asegura feliz.

Otra historia similar es la de Mercedes Suárez Padra, que nació en Ferrol hace 71 años y ya lleva 52 en Montevideo. Viajó a Madrid hace años atrás cuando sus hijas vivían allí, pero “hace mucho que quería ir a mi tierra natal, pero uno cuando no tiene plata no puede viajar”, explica a modo de autocompasión.

Confiesa que ella es “evangélica. Dios hizo muchas cosas preciosas en mi vida, y cuando me llamaron por teléfono que había sido seleccionada para viajar, casi me pongo a llorar de la emoción, de la alegría de ir a mi tierra”, reconociendo “que estará cambiada porque cincuenta años es mucho tiempo”, aseguró.

Finalmente explicó que “yo vine en el 59 con 19 años, me casé con un armenio, tengo dos hijas y dos nietos, así que estoy feliz porque la vida me cambió con esos nietos”, aunque recuerda apretando el sobre que contiene el pasaje a Santiago de Compostela que “cuando venía en el barco lloraba y rogaba volver algún día a España, y Dios me hizo este regalo: de volver a mi tierra”.