Alberto Núñez Feijóo / Presidente de la Xunta y candidato a la reelección por el PPdeG

“En los últimos cuatro años hemos destinado 35 millones de euros a nuestros ciudadanos en el exterior”

“Hemos firmado 56 acuerdos con entidades sociales sólo durante la última legislatura, gracias a los cuales han sido atendidos unos 6.000 mayores y dependientes gallegos residentes en el extranjero”

Alberto Núñez Feijóo.

-Alrededor de medio millón de gallegos residen actualmente en el extranjero. Se trata de una amplia colonia que engloba no solo a la emigración clásica sino también a sus hijos y nietos y a nuevos emigrantes que se han instalado en el extranjero en los últimos años. El Gobierno gallego siempre ha desarrollado diferentes programas de apoyo al colectivo. ¿Qué balance hace de las políticas a favor de la diáspora en estos últimos cuatro años?

-Para mí es un motivo de orgullo poder decir que Galicia lidera la inversión presupuestaria en los gallegos que residen en el extranjero o en el resto de España, que es la manera de demostrar realmente el compromiso desde una administración. No hay una Comunidad que invierta tanto en este ámbito, en cifras per cápita y también brutas, y desarrolle tantos programas, como Galicia. Sólo en los últimos cuatro años, hemos destinado más de 35 millones de euros a nuestros ciudadanos en el exterior. Galicia siempre ha estado, está y estará con los gallegos que sufren una situación difícil, residan en el territorio, en el resto de España, o en cualquier país del extranjero.

-Como sabe por sus numerosos contactos con la colectividad y sus visitas a los principales países de emigración una de las inquietudes que actualmente le preocupa es que se mejore y facilite la participación electoral y para ello, entre otras cosas, se elimine el voto rogado. ¿Cuál es su propuesta en este punto?

-El Partido Popular siempre ha defendido que el derecho al voto de los residentes ausentes debe ejercerse en igualdad de condiciones respecto a los habitantes de la Galicia territorial, y esa ha sido nuestra propuesta en el Parlamento gallego y como Gobierno. Es decir, voto presencial en urna allí donde sea posible, o voto por correo con garantías suficientes y que no suponga una carrera de obstáculos para el votante, como lo es en la actualidad. Sería, además, muy conveniente explorar todas las posibilidades que ofrezca a este respecto el voto telemático. Así lo creo y, por ello, así figura en nuestro programa electoral para las próximas autonómicas.

-Otro problema que afecta a la colectividad es que en muchos países los sistemas de protección social son claramente insuficientes lo que ha provocado que muchos emigrantes, al llegar a la tercera edad, se encuentren en dificultades para llevar una existencia confortable, deseable para cualquier persona tras toda una vida de trabajo y sacrificio. ¿Qué actuaciones ha desarrollado la Xunta en este sentido y cuáles son las propuestas de futuro?

-La gran cantidad y pluralidad de localizaciones de las comunidades gallegas en el exterior nos obliga a atender situaciones muy diversas y nuestra prioridad siempre ha sido atender a los gallegos en dificultad especialmente en los países en los que estas coberturas son deficitarias o sencillamente dependen de sociedades benéficas.

Hemos firmado 56 acuerdos con entidades sociales sólo durante la última legislatura, gracias a los cuales han sido atendidos unos 6.000 mayores y dependientes gallegos residentes en el exterior, concretamente en países de América Latina, que son en los que nos encontramos estos problemas fundamentalmente. Y nuestro compromiso para la próxima legislatura no sólo es mantenerlos sino reforzarlos.

Además, respecto a nuestros mayores, quisiera recordar que, en la línea de preservar la inversión en materia social, hemos blindado el presupuesto de los programas destinados a que los emigrantes puedan regresar temporalmente a la Galicia territorial, bien en los hogares de sus familiares a través de ‘Reencontros na Casa’, o bien en centros dependientes de la Xunta a través de ‘Reencontros na Terra’. En los últimos cuatro años, se beneficiaron de estos dos programas unos 2.000 gallegos y gallegas, y cónyuges, residentes en el extranjero.

Créame que comprobar cómo sienten Galicia cuando la vuelven a pisar es una emoción que se contagia, que embarga. Galicia les debe a esas personas, algunas de las cuales no volvieron desde la infancia, la oportunidad de ver de nuevo su aldea, su pueblo, su villa. Es de justicia.

-Actualmente es muy preocupante la situación de la colectividad gallega y española en Venezuela, donde sufren, al igual que cualquier otro habitante del país, la situación de grave crisis económica y de abastecimiento, así como un ambiente de violencia cada vez más tremendo. ¿Qué mensaje enviaría a los miles de gallegos que allí residen?

-Durante esta última legislatura, el secretario xeral da Emigración visitó en más de una docena de ocasiones Venezuela, tanto Caracas como Maracaibo, Valencia, Puerto de la Cruz, y muchas otras localidades. Hemos estado pendientes, hemos sido muchas veces testigos directos de esa situación que relata y hemos intentado permanecer siempre lo más cerca posible de la amplia colectividad gallega que reside en aquel país.

Permítame decirle que el trabajo que realizan sobre el terreno las comunidades gallegas, y concretamente en la capital la Hermandad Gallega, es ejemplar. Esas comunidades son nuestros ojos y nuestras manos sobre el terreno, y creo que acierta en esa definición: sin ellas no llegaríamos hasta quien más necesita de nuestro apoyo.

A Venezuela hemos destinado más de 600.000 euros cada año de manera directa para atender a nuestros paisanos. Y le doy más datos: ha habido aportaciones directas a través de 1.000 ayudas a familias en los últimos 4 años; y a través de programas específicos para la juventud y mayores, convenios sociales y asistenciales con entidades que actúan allí, y acogida en instituciones de cuidado a gallegos: más de 3.000 personas han recibido asistencia en colaboración con diferentes instituciones en estos últimos 4 años.

Pero también nos ocupamos de los que quieren volver a la tierra. Un hecho significativo es que más del 60 % de las ayudas asistenciales al retorno fueron destinadas a residentes en Venezuela, una cifra que habla por sí misma.

De todas maneras, no ponemos sólo nuestro foco de atención en aquellos en situación vulnerable, sino que, además, ayudamos a quienes quieren volver e instalar su negocio en la Galicia territorial, trayendo su bagaje personal y profesional, y enriqueciendo así nuestro país. De las ayudas al retorno emprendedor (para gallegos residentes en el extranjero que montan en la Galicia territorial una empresa) concedidas en 2015, la cuarta parte fueron para residentes hasta ese momento en Venezuela.

Desde luego, en el futuro seguiremos pendientes de esa situación y reforzaremos, hasta donde sea posible, nuestra presencia para garantizar las mejores condiciones de vida posibles para nuestros ciudadanos en el exterior.

-Uno de los momentos más destacados de los últimos 4 años ha sido la celebración del XI Consello de Comunidades Galegas en La Habana a finales del pasado mes de mayo. Usted participó en la reunión y pudo comprobar en primera persona la vitalidad de la galleguidad así como atender sus principales demandas. ¿Qué nos puede comentar sobre esta reunión? También le sirvió para profundizar en la relación entre Cuba y Galicia. En su opinión, ¿cómo debería afrontar la Comunidad Autónoma esta puerta abierta con una Cuba que encara un proceso de apertura económica?

-Cuba es especial para Galicia y para los gallegos. Muy especial. Allí nació nuestro himno, nuestra bandera, y son cientos de miles los vínculos familiares que unen, aún hoy en día, a gallegos y cubanos. De la misma manera que en el pasado Cuba se volcó con Galicia y nos recibió con los brazos abiertos, hoy Galicia siente de manera especial, y desea acompañar en su recorrido, a Cuba, ahora que se abre en la isla un nuevo tiempo.

Respecto al Consello, déjeme decirle que el histórico Centro Gallego es todo un emblema de la capacidad de la diáspora gallega, y que sigue emocionando, más que nunca, entrar en él, por lo que simboliza de la capacidad de nuestra diáspora. Que la bandera gallega volviera a colgar de su fachada, junto a la española y cubana, fue emocionante.

En cuanto al Consello, me quedo con el mensaje de que tanto las comunidades gallegas como nosotros desde la Xunta nos hemos comprometido a fomentar el relevo generacional para garantizar los servicios que las entidades prestan, tanto a los nacidos aquí y residentes en el exterior, como a los gallegos de segundas generaciones, que son ya el 70% de los residentes en el exterior. Un relevo que complementaremos con un impulso tecnológico,para superar barreras cronológicas y geográficas, y convertir en más fluidas y ágiles las relaciones entre las propias Comunidades, y entre éstas y la Administración.

-Desde el Ejecutivo gallego se ha buscado potenciar el papel que la colectividad gallega en el exterior puede desempeñar como agente catalizador de la expansión internacional de la economía gallega. ¿Hasta qué punto se ha logrado y qué propuestas en esta materia hace de cara al futuro?

-En efecto, a lo largo de esta legislatura hemos potenciado ese papel, pues detectamos que eran los propios gallegos en el exterior los que deseaban ayudar, echar una mano, para que Galicia saliese cuanto antes de la situación de dificultad económica que vivimos, y que hemos superado en buena medida gracias a su apoyo, que aquí agradecemos. El Gobierno de Galicia ha contado, cuenta, y sé que contará siempre, con el inestimable y firme apoyo de sus ciudadanos en el exterior.

Con el horizonte puesto en 2020, el Partido Popular sabe que necesitamos a los gallegos del exterior para alcanzar nuestros objetivos generales, plasmados en el programa electoral: que la participación de las exportaciones en el PIB suba hasta el 40%, incremento de un 25% en el número de empresas exportadoras y captación de mayor inversión extranjera.

-Otro hito importante fue la entrada en vigor de la nueva Lei da Galeguidade en julio de 2013 que regula la relación de las comunidades gallegas con la Xunta. En esta norma se impulsa la agrupación y unificación de centros. ¿Se ha avanzado en este camino?

-El Gobierno de Galicia impulsó la reforma de esa Ley , que marca las líneas de la galleguidad para el siglo XXI. Era necesario, pues su predecesora -de hace 30 años, pionera en la materia- fue redactada y aprobada en un mundo muy distinto al que vivimos hoy. La nueva norma actualiza, mejora y amplía los derechos de las comunidades gallegas en su relación con la Galicia territorial, y desarrolla los órganos de representación de la Galicia exterior.

Además, da el impulso necesario para garantizar el papel de futuro que le corresponde a la juventud y la mujer en la diáspora y, en efecto, garantiza que se den las mejores condiciones posibles para el fomento de la unidad de acción entre las comunidades gallegas. Aunque siempre cabe matizar que se trata de entidades privadas -por tanto soberanas en sus decisiones- y sometidas además a las legislaciones particulares de los países en los que se asientan- por lo que la capacidad de acción de la Administración autonómica es muy limitada.

En todo caso, y en lo referido a la unificación de centros, son conocidos los procesos que han culminado con importante éxito en Cuba, Alemania y Cataluña. Otros pueden tardar un poco más de tiempo, pero sin duda podrían ser una realidad a medio plazo.

-Otra prioridad es la renovación generacional y la implicación de los jóvenes en la vida de los centros como garantía de pervivencia de ese tejido asociativo. ¿Sigue siendo una prioridad en su programa de gobierno para los próximos cuatro años? ¿Qué actuaciones se han desarrollado en este sentido?

-La Xunta de Galicia ha sido y es plenamente consciente del cambio que se está produciendo en los gallegos que residen en el exterior: hoy en día, casi el 70% del total de gallegos que residen fuera de nuestra comunidad ya han nacido fuera de Galicia. Este hecho ha condicionado las acciones fuera de nuestras fronteras, y debe ser tenido en cuenta en cualquier propuesta de futuras acciones.

Tengo que decir, sin embargo, que el sentimiento de unión con la Galicia territorial de esas segundas generaciones de gallegos en la diáspora es conmovedor y robusto. Para consolidar ese enlace con la Galicia territorial, y sólo en los últimos 4 años, 13.000 jóvenes gallegos residentes en el exterior se beneficiaron directamente de los programas especialmente destinados a ellos, como ‘Conecta con Galicia’, ‘Escolas Abertas’, jornadas de especialización, o los más de 200 cursos y seminarios formativos. Hace falta destacar que este esfuerzo tiene un efecto multiplicador, pues cada persona formada es, a su vez, caja de resonancia en el entorno donde reside, en el exterior. Así, nuestra cultura está presente en todos los países con presencia de comunidades gallegas.

En nuestro programa electoral, hemos incluido la apertura de espacios de participación a la juventud gallega en el exterior para que sean los propios jóvenes gallegos los que subrayen las necesidades, inquietudes y proyectos que puedan tener para desarrollar en el ámbito asociativo de la galleguidad, sirviendo para una mejor orientación de las políticas públicas de Galicia y las acciones de las propias comunidades gallegas a favor de la juventud gallega en el exterior. Igualmente, promoveremos actividades que fomenten la participación de la juventud gallega en el exterior, su formación, y que alienten su capacidad para ayudar a las propias comunidades gallegas.

-En cuanto al retorno, ¿se ha planteado el apoyo a quienes deciden regresar a Galicia como una medida más para frenar la crisis demográfica de la Comunidad? ¿Qué actuaciones propone o se han desarrollado para ello?

-En los últimos años se llevaron a cabo políticas de apoyo al retorno en dos ejes fundamentales. El primero, ayudas de tipo asistencial: 270 familias retornadas en situación de dificultad económica se beneficiaron directamente durante la última legislatura. El segundo, ayudas para el retorno emprendedor: además de poder acogerse a las ayudas generales de la Consellería de Economía, Emprego e Industria, la Secretaría Xeral da Emigración ayudó específicamente a 60 empresas que nacieron de la iniciativa de retornados emprendedores en la Galicia territorial. Con esta medida queremos que la experiencia conseguida en el exterior sea también riqueza para la Galicia territorial.

Para los próximos años, hemos previsto -y así se plasma en nuestro programa electoral- intensificar los programas que incentivan el retorno emprendedor a Galicia, potenciar el retorno del talento y de la capacidad investigadora de Galicia, incentivar la contratación de jóvenes gallegos residentes en el exterior por parte de empresas gallegas, incentivar la fijación en Galicia de jóvenes procedentes de la emigración o residentes en el exterior con especial incidencia en los concellos rurales de Galicia, y en aquellos con menor crecimiento demográfico. Y, además, promoveremos la generación de un tejido productivo propio y sostenible que garantice una repoblación exitosa de los municipios interiores de nuestra comunidad.

Además, nos comprometemos a promover el retorno emprendedor de los gallegos emigrados y residentes en el exterior, mediante la incentivación para captar capitales y proyectos empresariales que fomenten su desarrollo en Galicia, mejorando nuestro tejido empresarial y fomentando el intercambio de bienes, productos y servicios con los países con presencia de población gallega.

Y, finalmente, queremos -si así lo desean los votantes el próximo 25 de septiembre- recuperar la inteligencia gallega emigrada y fomentar la llegada a Galicia de investigadores gallegos en el exterior.

-Por último, ¿qué mensaje quiere transmitir a los gallegos que residen en el extranjero?

-Galicia siempre ha tenido y tendrá en cuenta, y mantendrá su firme compromiso, con su gente en el exterior. Lo hemos demostrado hasta ahora: Galicia no da a los suyos del exterior lo que le sobra, no; compartimos lo que tenemos. Galicia ha compartido lo poco o mucho que tiene con todos sus paisanos, residan donde residan, lo mismo en los tiempos difíciles que ahora que todo indica que vuelven los tiempos de bonanza. Y queremos que la Galicia de la diáspora esté presente en ese futuro, participe y se implique en el diseño de nuestro país.

Mi mensaje es ante todo de esperanza. Hemos superado entre todos -también con la inestimable ayuda de nuestra gente en el exterior, desde luego- lo peor de la crisis y toca recoger los frutos de nuestro trabajo, de nuestro esfuerzo. De eso saben mucho los gallegos que residen fuera: tras la siembra, viene el tiempo de la cosecha. Sin prisa, pero sin pausa, sin exigencias desorbitadas, pero reivindicando lo que nos es propio y justo. Con ‘sentidiño’, en definitiva; algo en lo que son referente los emigrantes gallegos.