El socio fundador Juan Palomar, primer Madrileño Distinguido del Año de la Casa de Madrid en México

El pregón de bienvenida estuvo a cargo de Fidel Domínguez, socio y pregonero oficial de la Casa. A continuación tomó el micrófono el tesorero de la asociación, Alfredo Moreno, quien habló sobre el origen de las romerías en honor a San Isidro.
Por su parte, el presidente José Luis Beato recordó que hace más de dos años, concretamente en diciembre del 2008, un grupo de madrileños acudió ante el notario a oficializar la formación de la Casa de Madrid en México y señaló orgulloso que hoy son alrededor de 400 socios los que conforman este centro madrileño. El presidente aprovechó también para felicitar al segundo festejado de la tarde, El Mentidero de la Villa y Corte, la revista mensual de la Casa, por su primer año de existencia y sobre todo por haberse convertido, en tan poco tiempo, en el medio más exitoso de enlace entre Madrid y la comunidad española en México, reconociendo el esfuerzo realizado por el equipo de la revista.
Se anunció también la apertura de la nueva cafetería de la Casa, que ofreció diversos platos españoles: tortilla, empanada gallega, calamares, bocatas, croquetas, conejo y paella negra e invitó a todos a hacer de este lugar un espacio de reunión y encuentro de amigos.
Primera distinción
Por último, se nombró al Madrileño Distinguido del Año que correspondió a Juan Palomar, socio fundador, que recibió este primer reconomiento que otorga la institución madrileña por su trayectoria. El galardonado subió al escenario visiblemente emocionado para recibir el diploma de manos de la directiva y escuchar las palabras de felicitación que envió la directora de la Agencia Madrileña para la Emigración (AME), Victoria Cristóbal, dependiente de la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior que dirige Francisco Granados, a través de un vídeo.
El homenajeado agradeció la distinción y pidió a los socios de la Casa seguir conservando las tradiciones de Madrid que son tan importantes para los que están lejos de España. Para cerrar la jornada con humor, se representó un extracto de la obra Los culpables, del autor madrileño Carlos Arniches, por varios socios convertidos en excelentes actores en un “teatro de atril”.