El socialista Pedro Sánchez se someterá al debate de investidura en el Congreso de los Diputados el 2 de marzo

Mariano Rajoy asegura que el PP lo intentará si fracasa y ofrece cinco grandes pactos de Estado

Pedro Sánchez tiende la mano a Mariano Rajoy, en la reunión que mantuvieron.

La primera votación, en la que es necesaria mayoría absoluta para ser investido, se celebrará un día después, el 3 de marzo.
De no conseguir el candidato socialista los votos necesarios para ser presidente del Gobierno, 176, se procedería a una nueva votación dos días después, el 5 de marzo. En ella solo sería necesaria la mayoría simple. Si Sánchez no la consigue, pueden producirse nuevas votaciones con el mismo u otro candidato hasta el 3 de mayo.
A partir del 3 de marzo empezará a contar el plazo de dos meses fijado por la ley para investir a un nuevo presidente. Si en esa fecha nadie obtiene el respaldo de los diputados del Congreso, el 3 de mayo se procedería a la convocatoria de nuevas elecciones, para el domingo 26 de junio.
Pedro Sánchez es el candidato propuesto para intentar formar Gobierno desde el 2 de febrero, tras la finalización de la segunda ronda de consultas de Felipe VI con los representantes de los partidos políticos. Mariano Rajoy (PP), el más votado, explicó al monarca que seguía sin los apoyos suficientes para formar gobierno y el Rey se decantó por Sánchez, que le había declarado su disponibilidad de buscar acuerdos para la investidura.
Por ello, el PSOE presentó su plan de gobierno que incluye recuperar impuestos, reformar la Constitución, un objetivo de déficit flexible y un plan de choque social con iniciativas como la derogación de la reforma laboral o la paralización de la Ley educativa LOMCE, entre otras propuestas, dejando de lado el Estado federal.
Rajoy, sin embargo, no descarta que el PP se presente a otra sesión de investidura puesto que cree que Sánchez fracasará en su intento. Y, por primera vez, no dejó claro si él sería el candidato.
El líder de los socialistas comenzó una ronda de reuniones con varias formaciones para buscar su apoyo, centrándose en buscar el respaldo de Podemos y de Ciudadanos (C’s) y, por eso, mantuvo sendos encuentros con sus máximos responsables, Pablo Iglesias y Albert Rivera. También con Rajoy, en un encuentro frío en el que Sánchez tendió la mano al candidato popular, quien sin embargo aprovechó para abrocharse la chaqueta. Fue el momento más comentado, aunque ambos restaron importancia a la anécdota explicando que Rajoy estaba mirando a otro lado y no había visto la mano del número uno del PSOE.
La investidura de Sánchez es muy complicada porque Podemos ha pedido para votarle la promesa de celebrar un referendo en Cataluña sobre su salida de España, algo que C’s no permite bajo ningún concepto. Ambos partidos han ido suavizando sus posturas sobre otras cuestiones e incluso sobre un veto mutuo, pero no parece que esta diferencia se resuelva.
Mientras, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, planteó cinco grandes pactos de Estado (por el crecimiento y el empleo, la reforma fiscal y la financiación autonómica, un pacto social para reforzar los pilares del estado de bienestar, otro por la educación y uno para el fortalecimiento institucional y la defensa de la unidad de España) para los próximos cuatro años en un documento de propuestas que envió al líder socialista y al de Ciudadanos, con quien también se reunió.
Pese ver puntos de acuerdo, Albert Rivera encontró dificultades para que Rajoy pudiera optar a una investidura tras las últimas operaciones policiales y judiciales contra la corrupción por supuestos delitos de financiación irregular en el PP de Valencia y en el de la Comunidad de Madrid, donde Esperanza Aguirre dimitió por “responsabilidad política” como presidenta, aunque negó que ella cometiera irregularidad alguna.