El Senado aprueba definitivamente la reforma electoral que suprime el voto de los emigrantes en los comicios municipales

En el pleno de la Cámara alta celebrado el miércoles 19 de enero con 235 votos a favor y solo 5 en contra

Votación en el Senado de la reforma electoral.

Un total de 235 senadores, una amplísima mayoría de la Cámara alta, votaron hoy a favor de la proposición de ley orgánica de reforma de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (Loreg) presentada por el PSOE, PP, PNV y CiU. Los cambios, que afectan a un buen número de artículos de la norma que regula los procesos electorales, tienen una especial incidencia en el procedimiento de voto de los ciudadanos españoles residentes en el exterior.

En concreto, a partir de la entrada en vigor del nuevo articulado de la Loreg, los emigrantes no podrán votar en los comicios locales, ni a cabildos, ni a consells insulares. Además, aunque sí lo podrán hacer en el resto de convocatorias electorales (generales, autonómicas, al Parlamento Europeo y en referendos), deberán ejercer su derecho al sufragio a través de la modalidad conocida como ‘voto rogado’. Es decir, deberán solicitar el envío de la documentación electoral para poder ejercer su derecho a voto.

Asimismo, se pondrá en marcha el que llaman voto en urna en consulados que no es otra cosa que el depósito del voto en los consulados entre el quinto y el tercer día anteriores a la jornada electoral en España. Ese procedimiento es básicamente igual al que ya existe.

En el debate en el Senado se rechazaron los dos vetos a la reforma de ICV y Coalición Canaria, y también las 37 enmiendas presentadas por otros grupos. Asistieron varios representantes de la Plataforma contra la Privación del Derecho al Voto.

El representante de CC, Alfredo Belda, explicó que la nueva regulación del voto emigrante ha sido el motivo de su veto. En concreto por el hecho de incluir la supresión del voto exterior en las elecciones a cabildos insulares y porque con la implantación del voto rogado se dificulta la participación. Para el senador de ICV, Jordi Guillot, la reforma «no representa ningún avance en la igualdad de electores». Guillot se preguntó, con ironía, cómo puede ser que se acabe de descubrir, tras ocho participaciones de los emigrantes en elecciones locales, el artículo 140 de la Constitución que establece que los electores en los comicios locales deben ser los vecinos del municipio. Antes de sus intervenciones ambos senadores saludaron a los miembros de la Plataforma contra la Privación del Voto.

En su defensa de la reforma de la ley, la senadora del PP Rosa Vindel ha afirmado que «un español residente en el exterior no es vecino de un municipio español» y que el actual sistema electoral de reparto de escaños «ha permitido gobiernos estables y la presencia de las minorías en las cámaras». En estos mismos términos se ha pronunciado el socialista Anselmo Francisco Pestana, quien se ha referido al consenso que esta reforma logró durante su tramitación en el Congreso, donde, según ha recordado, tan sólo obtuvo ocho votos en contra porque «ahonda en eliminar el fraude electoral, es más garantista y transparente». «No debemos romper ese consenso tan amplio en una ley tan importante», ha añadido.