El movimiento ‘Por un nuevo Centro Gallego de Buenos Aires’ convoca a una concentración musical frente a las puertas de la institución el próximo 19 de marzo

Para reclamar que la gestión de la entidad vuelva a manos de los socios

El movimiento ‘Por un nuevo Centro Gallego de Buenos Aires’ anunció la convocatoria a una concentración musical frente a las puertas de la institución el próximo 19 de marzo a las 11 horas con el objetivo de hacer visible su reclamo para que la gestión de la centenaria entidad vuelva a manos de los socios.

“Convocamos a todos los músicos, gaiteros, pandereteiras, cantareiras, redoblantes, y bombos a acompañarnos en esta patriada por la recuperación de nuestra casa. Que esa esquina tan cara a nuestros sentimientos se llene de música y se extienda inagotablemente para que sepan todos que los gallegos no nos rendimos ni ante las adversidades, ni ante las injusticias. Y para los músicos de Galicia que nos han alentado, que cada uno haga sonar sus instrumentos en cada lugar de nuestra amada tierra, para que se escuche el sonido de la Galicia Universal”, señalaron desde la agrupación en un comunicado.

La convocatoria también se hizo pública en la última asamblea abierta que tuvo lugar ante casi un centenar de personas en la sede de la Agrupación Galicia, y que contó con la presencia del Dr. Ivo Malach, ex director médico del hospital del Centro Gallego y autor de un proyecto de gestión sanitaria que pretenden poner en marcha una vez finalizada la intervención de la institución a cargo del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes).

Luego de la misma, Malach criticó duramente a la intervención, a la que calificó de inexistente: “Ahora las agrupaciones tienen un mejor conocimiento de la desastrosa acción de la intervención y todos aquellos que alegremente se cuadraron ante los interventores y apoyaron sus acciones ya saben que se equivocaron”, aseguró.

Además, explicó que, más allá de las entrevistas con el ministro de Salud y, prontamente, con el presidente del Inaes, aún no hay definiciones concretas sobre el futuro de la intervención. “Tan solo del resultado de estas gestiones se obtendrá una herramienta política y tal vez económica para el futuro”, resaltó.

Malach también se refirió a la situación de los trabajadores del hospital, de los que dijo que “tienen bronca, muy justa y comprensiva, por su situación actual” ya que siguen cobrando sus sueldos en cuotas y con retrasos, reclamo del que los trabajadores hicieron culpable también a las gestiones anteriores, incluida Galicia Saúde.

Por otra parte, se refirió al pedido de algunos trabajadores vinculados a partidos de izquierda de estatizar la entidad y acordar una gestión compartida entre socios, trabajadores y el Estado argentino: “Una incongruencia propia, aunque respetable ya que se efectuó con respeto, ya que el Centro Gallego está siendo gestionado por el Estado en la actualidad”, afirmó. En ese sentido destacó que si bien los trabajadores coincidieron en reclamar por los errores del pasado, “nadie sugirió proyectos y herramientas a emplear en el futuro”.

Asimismo, calificó de “llamativa” la posición de los representantes de las agrupaciones políticas del Centro Gallego, “a quienes enfáticamente se les solicitó por parte de algunos profesionales presentes delegar en el futuro la gestión en personas o empresas especializadas en gestión de la salud”, y añadió: “Tienen en su poder un proyecto de reestructuración de gestión y conducción del desde hace un mes, que se divulgo incluso dentro del hospital”.

Al hacer un balance sobre la asamblea, concluyó: “Privó el enojo, el pase de facturas, la desesperación, la inexperiencia y el miedo de una probable futura deuda a heredar. Se exigió a los gallegos (la Xunta de Galicia) a intervenir, se explicó por qué no se puede intervenir, se recordó los errores del pasado, no se habló de los errores del presente, se habló de la falta de gestión, no se mencionó el proyecto de gestión en estudio. Como reunión informativa de que la rueda comenzó a rodar para recuperar el Centro Gallego y como catarsis de los empleados por su penosa situación, la asamblea puede considerarse positiva, pero no suficiente. No se habló del futuro. Supongo que no va a faltar oportunidad. No obstante existió un agradecimiento a todo el personal por la muy buena atención a los socios en las actuales condiciones”.