El presidente del Govern, Francesc Antich, tras una nueva crisis, decidió expulsar del Govern a Unió Mallorquina (UM), en esta ocasión a raíz de la detención en la Operación Voltor (buitre) de varios altos cargos de esta formación por corrupción en el Instituto de Estrategia Turística (Inestur), por lo que cesó a los tres consellers nacionalistas, así como a todos los cargos de la formación. De este modo, el Ejecutivo balear pasó a estar únicamente integrado por miembros del PSIB y del Bloc, tras la obligada salida de Miquel Ferrer, de Turisme, Miquel Àngel Grimalt, de Medi Ambient, y Mateu Cañellas, de Joventut i Sports. Como consecuencia, el Govern balear deja de tener mayoría en el Parlament y precisará de apoyos puntuales del partido nacionalista o del PP para sacar sus proyectos.
Moción de censura en el Ayuntamiento
La situación también afecta al Consell de Mallorca y al Ayuntamiento de Palma, de donde también salieron todos los cargos de UM, exceptó Cristina Cerdó, que se niega a dejar su cargo de presidenta de la empresa pública de aguas Emaya. El Ayuntamiento es la única institución en la que el PP presentará una moción de censura, aunque no aclaró quien será el candidato.
Uno de los últimos detenidos en la Operación Voltor, que es la denominación al caso de presunta corrupción por el desvío de fondos desde el instituto turístico Inestur es Miquel Nadal, ex presidente de UM, ex conseller de Turisme y que dejó el Govern recientemente por otro caso de corrupción pero que mantenía su puesto de concejal en el Ayuntamiento de Palma. Está ahora en libertad bajo fianza de 100.000 euros, que ya abonó. En total, fueron arrestadas catorce personas, entre ellas los directores generales de Calidad Ambiental, Antoni Oliver, y el de Promoción Turística, Juan Sastre, que habrían otorgado proyectos públicos a empresarios a cambio de compensaciones económicas. Antich aprovechó la expulsión de UM para hacer una reestructuración del Govern, con la reducción de consellerias. Eliminó Medi Ambient y Esports i Joventut y la portavoz del Govern balear, Joana Barceló, hasta entonces consellera de Treball, pasó a dirigir la cartera de Turisme en el nuevo Ejecutivo y su Conselleria pasó a manos del director general de Treball, Pere Aguiló. En estos dos departamentos que desaparecieron, la reducción de cargos (que se redistribuyen en otras consellerías) es superior al cincuenta por ciento (si se incluye el personal eventual). En cuanto al sector público (que incluye entidades y empresas públicas y fundaciones), la reducción es de un veinte por ciento.
Por ejemplo, se unen en una sola entidad el Ibatur, el Inestur, el IMET y el Cittib. Otra de las medidas que adoptó Francesc Antich tras la expulsión de UM fue la supresión del Institut d’Estudis Balearics.
Dos ofertas a la oposición
Una vez efectuados estos cambios y dada su situación de minoría en el Parlament, el presidente del Govern convocó en el Consolar del Mar, por separado, a los líderes de UM y del PP con el objetivo de intentar alcanzar un acuerdo contra la crisis, tanto la política como la económica, pero todo sin éxito, con lo que la situación que se presenta para el Govern es la de la necesidad de alcanzar acuerdos puntuales con alguna de las dos formación con el fin de conseguir llegar a acuerdos y evitar la parálisis institucional. En todo caso, parece que no se vislumbra ni el adelanto de elecciones, ni la presentación de una cuestión de confianza, que pidió el PP, por el presidente ni de una moción de censura en el Parlament por parte de la oposición.
El pacto contra la crisis que propuso Antich es un documento que incluye trece puntos estratégicos y que está abierto a sugerencias, según indicó Antich. Desde UM, su presidente, Josep Meliá, tras reunirse con Antich, lo acusó de ser el único responsable de la situación de “desestabilización” y no dio su apoyo al pacto. Por su parte, el Consell Polític de Unió Mallorquina acordó que no dará un cheque en blanco al Govern. Antich volvió a proponer el pacto en el Parlamet, en el Debate general sobre la acción política del Govern, que es la fórmula que se adoptó para las explicaciones que pidió el PP sobre la situación del Govern. La nueva crisis sucede a la de diciembre, cuando dejó Turisme Miquel Nadal y ERC salió del Govern, y a la de octubre cuando los representantes de UM dejaron el Consell de Mallorca, para retornar después.
Las dos formaciones en el Govern, PSIB y Bloc, suman 27 votos en el Parlament, mientras el PP tiene 29 y UM, tres.
Bauzá (PP) dice que la debilidad del Ejecutivo impide cualquier acuerdo
En su comparecencia ante los medios de comunicación tras reunirse convocado por Antich, el presidente del PP, José Ramón Bauzá, en relación a la oferta de pacto de Antich, manifestó que “el Govern se encuentra en una situación de extrema debilidad, lo cual dificulta cualquier posibilidad de acuerdo, en tanto en cuanto la propuesta de Antich no se plantea el origen del problema, la debilidad de un Govern paralizado y sin iniciativa para hacer frente a la grave crisis institucional, social y económica de Baleares”. Añadió el presidente del PP que “la crisis actual es el resultado del pacto de izquierdas de 2007 -tras las elecciones autonómicas que desalojó al PP del Gover- y toda la responsabilidad de la misma es del president Antich”. “Con su propuesta Antich pretende tapar las consecuencias de la inestabilidad creada por el mismo presidente”, dijo.
Para Bauzá, los acuerdos con este Govern son muy difíciles, dada la propia composición del Govern y subrayó que no hay acuerdos posibles entre el Bloc, socio del PSIB en el Govern, y el Partido Popular.
Por ello, Bauzá indicó que cualquier propuesta de acuerdo “debe debatirse donde corresponde, en el Parlament”.
“Antich debe plantear sus propuestas en sede parlamentaria, y el Partido Popular actuará con criterio y responsabilidad, cerca de los intereses de los ciudadanos”, señaló el presidente popular.