Estuvieron presentes el presidente, Carlos Barcia; el cónsul general, José Rodríguez Moyano; el consejero de Empleo y Seguridad Social, Benito Díez Arce; el jefe de sección de la Consejería, José Martín Blanco; el presidente de la Federación de Sociedades Gallegas en Uruguay, Román Nogueira González; otros presidentes de instituciones uruguayas; y José Luis Rodríguez de la Asociación Argentina de Bolos.
En el encuentro, también se disputó el Torneo Internacional de Bolos Celtas, en el que participaron, además de los dos equipos locales, el Círculo Social Val Miñor de Galicia, el Centro Galicia de Buenos Aires y la Asociación Cangas de Narcea. El ganador fue el equipo A del Valle Miñor de Montevideo, formado por Heber Sáenz y Luis Sequeira.
Oratoria con recuerdos del siglo pasado
Durante la fiesta se disfrutó de una gran gastronomía y se contó con la actuación del grupo Treboada que deleitó con música gallega a todos los asistentes. Los músicos estuvieron acompañados por una guitarra, un cajón peruano y una gaita que incorporó el grupo de la escuela de gaitas del Valle Miñor.
A continuación, Carlos Barcia expresó el pesar de toda la directiva por “los terribles incendios que asolaron Galicia, especialmente en el Val Miñor, donde Bayona y Chandebrito sufrieron el terrible flagelo incomprensiblemente provocado por manos humanas”. Su intervención provocó que los emigrantes procedentes de Chandebrito estallaran en aplausos cuando Barcia destacó que “nuestro pueblo posee la fuerza y voluntad suficiente para recuperar la tierra asolada”.
Posteriormente, recordó que la casa del miñorano Gonzalo Fajo, situada en el Cordón de Montevideo, “allá por los años cuarenta era el punto de reunión para muchos paisanos que venidos a la aventura allende los mares, se juntaban por una causa común, jugar a los bolos, aprovechando el amplio fondo de la residencia”.
Todos los emigrantes a los que hizo alusión eran procedentes de los concellos de Gondomar, Nigrán y Baiona, destacando principalmente Gondomar que, junto con la comarca de Bergantiños, fue de donde provino el mayor contingente migratorio en el siglo pasado a Uruguay.
Así fue como el 21 de agosto de 1947 se celebró la asamblea constitutiva del Centro Deportivo y Social de Bolos Valle Miñor, siendo su primer presidente Ricardo Misa.
La sede de la institución, después de estar situada en una finca de la avenida San Martín, se trasladó a la calle Eduardo Pondal, hasta que en 1960 se ubicó en su actual sede situada en el barrio de los Pocitos de Montevideo.
Poco a poco se fueron adquiriendo los terrenos vecinos, donde se construyeron diferentes canchas, lo que dio lugar a día de hoy, a un gran complejo deportivo con dos canchas de césped artificial para fútbol, la tradicional de bolos celtas y un centro de espectáculos, utilizado como discoteca durante las décadas 70 y 80, que hoy en día se utiliza para albergar eventos festivos como bodas o cumpleaños, y para dar clases y realizar exámenes por parte de la Universidad de Uruguay.
Hitos que sellaron la historia del centro
Barcia también hizo mención a cuatro hitos que sellaron el espíritu de los miñoranos para construir el centro. Uno de ellos se produjo bajo la presidencia de Antonio Revello Velasco, cuando los socios realizaron durante varios meses la excavación del subsuelo para construir un gimnasio de artes marciales y otras
dependencias. Otro de los momentos que destacó fue cuando más de doscientos socios construyeron la planta del gimnasio principal. Después se realizó la compra de dos fincas linderas y, por último, se construyó el segundo gimnasio con la “contribución decisiva de la Diputación Provincial de Pontevedra”.
En su discurso, también puntualizó que “fue la política de todas la directivas lograr la participación de los jóvenes, con resultados que nos animan a continuar por esa senda de inserción en la sociedad uruguaya de la que somos parte, a la que ofrecemos y siempre será así, honrando a Galicia y España que hoy les ha tocado enfrentar situaciones indeseadas que esperamos fervientemente que sean rápidamente superadas”.
Después de hablar sobre la historia y la creación del centro, el presidente miñorano destacó que el grupo Xuntos, integrado por bailarines y bailarinas de los clubes Valle Miñor e Hijos de Morgadanes, continúa fomentando la integración de la juventud en su club, así como la unión con otras instituciones de la Federación de Sociedades Gallegas de Uruguay. Casualmente este grupo ha llegado recientemente de una nueva gira en la que han recorrido por quinta vez un país sudamericano, en esta ocasión Perú.
A continuación, el consejero de Empleo y Seguridad Social, Benito Díez Arce, reconoció frente al auditorio la importancia de esta institución en la vida de la colectividad gallega.
Por su parte, el cónsul general habló sobre la importancia de la unión de las instituciones y de la necesidad de que las directivas continúen fortaleciendo la relación con los jóvenes. También abogó por una España unida, al recordar la multitudinaria marcha producida en Cataluña para expresar este propósito.
Como despedida de la fiesta, que fue acompañada por la tradicional tarta de aniversario, Rodríguez Moyano deseó la felicidad de todos los asistentes y además de brindar por los 70 años del Valle Miñor, también hizo alusión al 50º aniversario de boda de su presidente.