El Centro Andaluz Peñarroya de Vilvoorde celebra el 25 aniversario de la Fiesta del Rocío

Juan Carlos Garrido y Enrique Grueso fueron los promotores de la iniciativa

Las niñas del Peñarroya bailando durante la fiesta
Personalidades belgas con la dirección del Centro Peñarroya.
La Virgen del Rocío hace su entrada en el recinto Drie Fontainen.

Corría el año 1990 y dos jóvenes, socios del centro Peñarroya, Juan Carlos Garrido y Enrique Grueso, entonces presidente de la entidad, discutían la posibilidad de organizar una romería en Vilvoorde en honor de la Blanca Paloma, algo de lo que ambos habían sido testigos allá en Almonte no lejos de su lugar de nacimiento Peñarroya-Pueblonuevo. Ni cortos ni perezosos, como se suele decir, decidieron proponérselo a la junta directiva encontrando alguna que otra reticencia por parte de los hombres que entonces componían, con Enrique, la dirección de la entidad.

Aquellas reticencias le llevaron a cambiar de estrategia y a hablar del tema con las señoras, a sabiendas de que si ellas aceptaban su idea tendría ganada la voluntad de los hombres como llegó a ocurrir. Y así fue como nació la Fiesta Rociera que ahora ha cumplido el cuarto de siglo.

Efectivamente, es en 1991 cuando se da el pistoletazo de partida a la Fiesta Rociera, con Manuel Barquero como presidente en funciones, con una misa, ofrenda de flores y un picnic a las afueras del pueblo al que asisten alrededor del centenar de personas. El segundo año al haberse corrido la voz, la asistencia de público va en aumento llevando a la pequeña imagen de la Virgen en procesión hasta la iglesia y más tarde a la pradera, lugar de las celebraciones donde se organiza un concurso de sevillanas.

La cuarta edición destaca por la presencia inesperada del primer ministro belga, Jean Luc Dehaene, quien dice que el colectivo español residente en Vilvoorde es el que mejor ha sabido integrarse en la vida social de la ciudad con el que nunca ha habido problemas. Durante la quinta edición el recién creado Coro Rociero de Bruselas amenizó el acto eclesiástico con canto religiosos al igual que el artista local Juan Pozo, que interpretó la Salve Rociera  coreada por todos los asistentes que con el paso de los años va en aumento para regocijo de la organización.

El año 1996 destaca por el cambio de lugar de las celebraciones tanto eclesiásticas como mundanas. Estas se llevan a cabo en el Parque Paola, Drie Fontainen, con la participación del Coro Rociero creado en Bruselas por funcionarios españoles que trabajan en la UE y en la OTAN.

En la octava edición se alcanza la cifra de los cinco mil romeros y la ayuda desinteresada de los hermanos Agustín y Joaquín Rodríguez que, poniendo el material de su empresa Espace Internacional, han construido una réplica de la ermita de Almonte con una altura de más de treinta metros donde, durante los dos días que duran los festejos, se alberga la imagen de la Virgen del Rocío que la directiva hizo traer desde Sevilla. Por primera vez es la Iglesia de Nuestra Señora de la Buena Esperanza donde se celebran los actos litúrgicos con las actuaciones de los coros rocieros de Bruselas y el recién creado de Vilvoorde. Estuvieron presentes las personalidades de la villa así como el cónsul general de España en Bélgica y el consejero de Empleo de la Embajada de España. Juliana Sujar ejerció de madrina de los festejos que fueron amenizados por Juan Pozo y ‘Altamira’, siendo los promotores de la idea de la creación del Rocío, Juan Carlos Garrido y Enrique Grueso, homenajeados por la dirección del Peñarroya.

Según pasan las ediciones cabe destacar la presencia de destacadas personalidades, como la del Arzobispo de Malinas, el cónsul Luis Arias, el consejero de Empleo, Ricardo Moreno, el nuncio de Su santidad ante la UE, Faustino Sainz Muñoz, el embajador de España, Francisco Fernández Fábregas, personalidades locales como los alcaldes Van Asche, Jean Luc Dehaene, el exalcalde de Vilvoorde, Willy Courtois, y otros muchos.

Más de 20.000 visitantes

Los años van pasando y el éxito de la Fiesta Rociera va en aumento, contando durante los últimos diez años con más de 20.000 visitantes que han disfrutado con este gran evento, sin parangón en el mundo de la emigración española en Europa, con actuaciones de artistas de gran renombre en España como ‘Los Chichos’, ‘La Húngara’, ‘Los Marismeños’ y en esta última edición la pareja formada por los hermanos Kiko y Shara. Todos los grupos juveniles de los dos centros españoles de Vilvoorde han desfilado por los escenarios, como ‘Las Cordobesitas’, ‘Las chicas del Peñarroya’ y otros.

Esta última edición, la número 25, dio comienzo en la sede del Peñarroya de donde los romeros sacaron a la Blanca Paloma para, asentada en una carroza tirada por dos fogosos caballos, acompañarla hasta la Iglesia de la Buena Esperanza donde los últimos quince años se ha venido celebrando la misa solemne y que este año ha sido concelebrada por el Obispo adjunto de la diócesis de Malinas, monseñor León Lemmens. Fue amenizada por el Coro Rociero de Vilvoorde, famoso en toda Bélgica por su actuación durante la Misa Solemne celebrada durante el funeral de la reina Fabiola. Fueron momentos emotivos oyendo el Padrenuestro cantado por Pepe Luis y la Salve Rociera por el Coro Rociero.

Como en todas las últimas ediciones, la Blanca Paloma fue llevada en procesión hasta el parque Drie Fontainen, donde fue recibida por las miles de personas que esperaban su llegada y por la orquesta ‘Chico y Altamira’ que puso la nota emotiva entonando de nuevo la Salve Rociera mientras los romeros levantaban la imagen de la Virgen llevándola al interior de la ermita donde estaría los dos días que duraron los festejos. Los asistentes pudieron degustar toda clase de productos españoles a precios módicos y bailar con las canciones de la orquesta ‘Chico y Altamira’ que durante los últimos quince años ha sido el encargado de animar la fiesta rociera durante los dos días.

Tampoco faltó el espectáculo de caballos andaluces que a lo largo de todos estos años ha venido ofreciendo la hacienda François Lespes.

La organización ofreció una recepción a las personalidades e invitados con el alcalde de Vilvoorde a la cabeza quien se mostró muy satisfecho con la invitación, felicitando a los componentes del Centro Peñarroya por la buena organización y la completa integración de la colonia española en Vilvoorde durante el más, de medio siglo de estancia en la ciudad. El presidente del centro, José Frías, agradeció las palabras del alcalde y lamentó la ausencia total de representantes de la Administración española y andaluza, lo que viene ocurriendo con bastante frecuencia durante los últimos años.

Muchos fueron los grupos que actuaron a lo largo de los festejos, como los más pequeños de los dos centros españoles desatando el entusiasmo de padres y abuelos muy orgullosos con sus retoños. Por la tarde actuó la pareja llegada desde España, los hermanos Kiko&Sahra.