Una pareja española residente en la ciudad inglesa de York (Reino Unido) fue atacada el pasado fin de semana por un grupo de cinco «cabezas rapadas». De acuerdo con la Policía, la agresión tenía una clara motivación «racista». O dicho de otro modo, les atacaron por ser españoles.
La pareja fue interceptada cuando salía de un club nocturno, el Blue Fly Cafe Bar, sobre las 4 de la madrugada. La banda se ensañó especialmente con el chico –de 24 años–, al que golpearon en una brutal paliza durante 10 minutos, dejándole la mandíbula fracturada, cortes en la cara y varios dientes rotos. Su novia fue arrojada en repetidas ocasiones contra el suelo en las inmediaciones de The Shambles, la calle más popular de la histórica ciudad inglesa. Concretamente, la agresión tuvo lugar en New Street, Coney Street and St Helen’s Square.
Ambos fueron atendidos en el York District Hospital, donde ya han sido dados de alta. Según esas fuentes, las autoridades consulares españolas se mantienen en contacto tanto con las víctimas como con la Policía de North Yorkshire. Aunque la investigación sigue en marcha, se cree que la única razón por la que terminó la paliza fue la asistencia de un taxista que auxilió a la pareja y ahuyentó a los atacantes.
De hecho, la policía de North Yorkshire busca al taxista que ayudó a la pareja ya que su declaración podría ayudar a esclarecer los hechos e identificar a los sospechosos del ataque, que todavía no han sido detenidos. Sophie Wilson, portavoz de la Policía de North Yorkshire, declaró en relación con el caso que están proporcionando ayuda a la pareja, «cuya estancia en York ha sido empañada por este repugnante incidente».
Las últimas informaciones apuntan a que fueron cinco los atacantes, hablaban con acento del norte de Inglaterra y tendrían entre 20 y 25 años
«Estamos investigando el caso para encontrar a los responsables del ataque y llevarles ante la justicia», agregó Wilson. Además, señaló que la pareja –de 29 años– está «tremendamente agradecida» al taxista que «tuvo la decencia de parar y ayudarles en una situación como esa». Las fuerzas de seguridad aseguran que el incidente ha causado una «tremenda conmoción en una ciudad que tiene fama de hospitalaria».
Otra agresión en Manchester
El pasado mes de febrero, otros dos españoles residentes en Manchester se convirtieron en objeto de ataques racistas en un autobús. Al subir al vehículo, dos hombres y una mujer les empiezan a increpar, insultar y escupir.