Camba se reúne con emigrantes y empresarios de Galicia en Punta Arenas y Chiloé (Chile)

El secretario xeral da Emigración presidió la cesión oficial de sendos cruceiros donados por la diáspora a la comunidad local

Cena ofrecida por Pesca Chile con asistencia de autoridades locales, miembros de Pesca Chile, de la Sociedad Española de Punta Arenas y representantes de empresas gallegas con intereses en Punta Arenas.
Camba, con Adolfo Surís y Rodrigo Fernández, en el almuerzo con miembros de la empresa Pesca Cisne.

El secretario xeral da Emigración presidió en Santiago de Castro, capital del archipiélago de Chiloé, la cesión oficial de un cruceiro a las autoridades locales donado por la colectividad gallega en esta región andina. Se trata de una pieza que quiere simbolizar no sólo el recuerdo del importante número de gallegos residentes allí, sino las relevantes similitudes entre Chiloé y Galicia.

Buena parte de esas analogías fueron destacadas por Santiago Camba en su discurso. Así, recordó el paralelismo del nombre de su respectiva capital de territorio (ambas son Santiago, una de Compostela, y otra de Castro, que también tiene reminiscencias gallegas). Y también puso de relieve la similitud en la propia descripción genérica, pues Chiloé fue denominada inicialmente ‘Nueva Galicia’.

La influencia de la pesca en la economía, el carácter propio pero profundamente integrador de chilotes y gallegos, y muchas otras coincidencias, fueron puestas de manifiesto por Santiago Camba, quien aseguró que el cruceiro cedido es símbolo de que “nuestra unión se hace patente en diversas iniciativas empresariales que renuevan ese compromiso que los chilotes demuestran con Galicia, y que los gallegos tendremos ya por siempre jamás con Chiloé. Iniciativas que hoy quiero recordar y poner en valor; soy perfectamente consciente, como lo es el resto de gallegas y gallegos, que un compromiso debe hacerse real al margen de palabras bonitas y sentimientos hermosos. No, el compromiso es futuro en común, y la profunda conexión entre nuestros pueblos se muestra de manera más cotidiana que los habitantes de ambas orillas del Atlántico podrían desear, es decir, a través de negocios, empleos, en definitiva, de riqueza, prosperidad y desarrollo. Ojalá el futuro depare para todos nosotros muchas más aventuras felices en este terreno, y que podamos desarrollar, y desarrollarnos en, un futuro común lleno de nuevos éxitos empresariales”.

El cruceiro de Chiloé, junto con el inaugurado el día anterior en Punta Arenas, son vestigios para el futuro de esta profunda relación y mutuo respeto y admiración de los pueblos gallego y chileno. Se trata de cesiones realizadas por la propia colectividad gallega, que pretende así mostrar el agradecimiento a las comunidades que las acogieron.

El cruceiro más meridional

Previamente, el día 4, Santiago Camba presidió la cesión oficial de un cruceiro a las autoridades locales de Punta Arenas, capital de la región de Magallanes y Antártica Chilena. Se trata de una pieza donada por la colectividad gallega residente en este lugar, la ciudad de más de cien mil habitantes más meridional del mundo.

Precisamente, mediante la cesión realizada, la gran piedra se convierte en el cruceiro más al sur de los registrados oficialmente, y estará además enclavada en un auténtico paraíso, justo al este de una reserva natural, al oeste del estrecho de Magallanes, y frente a la isla de Tierra de Fuego, en uno de los puntos más hermosos del planeta.

Por su ubicación y simbología, el cruceiro supondrá una huella imborrable en las ya intensas y extensas relaciones entre las comunidades chilena y gallega, marcadas por el pasado y presente en común, y suministradas por el interés empresarial en el desarrollo de industrias relacionadas con la pesca y la conserva.

El secretario xeral da Emigración destacó de hecho en su discurso que “las geografías de ambos países están salpicadas por todos los accidentes imaginables derivados de la escarpada orografía que producen esos gigantes abrazos entre mar y montaña; chilenos y gallegos sabemos lo que es un duro invierno, y un tórrido verano, y conocemos la necesidad de arrancar a la tierra y al mar, los frutos necesarios para garantizar la subsistencia propia, y la de las generaciones próximas. Se trata de un vínculo ancestral que nos enlaza con nuestros antepasados, sí, pero que también supone el más firme compromiso con quien ha sucedernos en este planeta”.

En Punta Arenas, Camba asistió a un almuerzo con miembros de la empresa gallega Pesca Cisne, encabezados por Adolfo Surís Riobó, gerente general, en compañía del vicecónsul honorario de España en Punta Arenas, Rodrigo Fernández Dübrock.

Además, el secretario xeral mantuvos sendas audiencias con la gobernadora de Punta Arenas, Gloria Vilicic, con el jefe del Comando Conjunto Austral y comandante en Jefe de la III Zona Naval, el vicealmirante Rafael Gonzalez R, y con alcalde de Punta Arenas, Vladimiro Mimica Carcamo.

Y cerró su estancia allí con una cena ofrecida por Pesca Chile con asistencia de autoridades locales, miembros de pesca chile, de la Sociedad Española de Punta Arenas y representantes de empresas gallegas con intereses en Punta Arenas.