El Centro Galicia de Buenos Aires se vistió de gala el pasado viernes 26 de julio para festejar el 40° aniversario de su fundación con una cena que reunió a más de 500 personas en su sede social de la calle Bartolomé Mitre.
Nacido el 25 de julio de 1979 gracias a la visión de quienes eran por entonces los directivos de los cuatro centros provinciales gallegos (Coruñés, Pontevedrés, Orensano y Lucense), el Centro Galicia es la institución más importante a nivel social de la colectividad gallega de Argentina, con dos imponentes sedes, una social y la otra deportiva, que reúnen a miles de socios de todas las edades. La relevancia de este acontecimiento se vio reflejada en las destacadas autoridades que asistieron a la cena, entre ellas el cónsul general de España en Argentina, Javier Gil Catalina; el cónsul adjunto, Jorge Noval; el consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, José Castro Navas; el presidente de la Federación de Sociedades Españolas de la República Argentina, Benito Blanco; el presidente del Centro Gallego de Buenos Aires, Ramón Suárez Álvarez; el presidente de la Federación de Asociaciones Gallegas, Diego Martínez Duro; la presidenta del Consejo de Residentes Españoles de Buenos Aires, María Teresa Michelón Martínez, y la presidenta de la Federación de Sociedades Castellanas y Leonesas, Emilce Pastor Arroyo, además de directivos de instituciones de las diferentes regiones españolas asentadas en el país austral.
Cabe destacar asimismo la presencia del director de Migraciones de la República Argentina, Horacio García; del exministro de Salud argentino, Jorge Lemus; del diputado de la legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Ariel Álvarez, y de destacadas personalidades del ámbito cultural, como los miembros de la Academia Argentina de Letras José Luis Moure y Antonio Requeni y la escritora de origen gallego María Rosa Lojo.
Luego de darle la bienvenida al público presente, el presidente del Centro Galicia, José María Vila Alén, inició su discurso citando al escritor Eduardo Galeano: “Yo creo que fuimos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos”. De esta manera hizo referencia a que en 1979, mientras la Galicia administrativa se preparaba para insertarse en el Estado Autonómico, en Buenos Aires se consolidaba la unión de los cuatro centros provinciales que darían nacimiento a la institución.
También recordó que a tan solo un año de haber sido fundada, el primer presidente de la entidad, Darío Lamazares, ya consideraba que el surgimiento del Centro Galicia era uno de los acontecimientos más importantes y trascendentales en la trayectoria de la colectividad gallega de Argentina.
“Efectivamente, este Centro Galicia, fruto del trabajo mancomunado de gallegos emigrados a esta nación que nos acoge, sigue su camino conjugando, con proyectos y realizaciones, las aspiraciones de los que nos dejaron y de los que hoy estamos para erigir un futuro venturoso”, subrayó.
A continuación enumeró a todos los presidentes que tuvo la institución para dar cuenta el legado que cada uno de ellos dejó: Darío Lamazares, bajo cuya gestión se compró el solar que acogería la sede social y el colegio Santiago Apóstol; los tres mandatos de Avelino García Melle, en los que se iniciaron y avanzaron las obras de construcción del edificio de Bartolomé Mitre; Manuel Peleteiro, quien inauguró el colegio Santiago Apóstol, al que calificó como “nuestra obra más trascendente de cara al futuro”; Rafael Patiño, quien avanzó en nuevas obras para la institución, entre ellas la piscina climatizada, y Héctor Fernández, quien inauguró el gimnasio Keltia y finalizó las obras de la sede social.
A continuación señaló que bajo su gestión se amplió y modernizó el Campo Galicia de Olivos, al que asisten cientos de niños y jóvenes que son el futuro de la colectividad, renovando su gimnasio, ampliándose los quinchos, techando el sector de parrillas, inaugurándose campos de césped sintético e instalándose dos ascensores, entre otras obras.
Todo ese trabajo, recalcó, “ha sido y es fruto de la herencia recibida. Nuestros fundadores nos enseñaron a soñar convencidos de que los sueños de hoy habrían de ser la realidad del mañana; nos enseñaron a tener rumbo y a tener visión de largo plazo, y nos dijeron con sabiduría, a la hora de imaginar el futuro sean innovadores y creativos, a la hora de decidir sean responsables, a la hora de ejecutar, sean eficientes”.
Ya cerrando su intervención, Vila Alén, subrayó que en el ADN de quienes llevaron y llevan adelante el Centro Galicia se encuentran las mismas cualidades que trajeron desde Galicia los emigrantes, “honestidad, trabajo y humildad, notas perennes de nuestro pentagrama, y por ello, nuestra institución habrá de sostener el rumbo de sus fundadores que tiene a Galicia como eje y la honre transmitiendo su cultura, sello de nuestra identidad en esta noble Nación Argentina”.
Durante el transcurso de la cena, que fue amenizada con las actuaciones de los conjuntos artísticos de la institución y por la orquesta Los Gavilanes de España, se entregaron distinciones a los ex presidentes de la institución, mientras que el diputado porteño Ariel Álvarez otorgó a Vila Alén una placa que testifica que la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declara de interés cultural las actividades realizadas en el Centro Galicia.
