El Centro Asturiano de Caracas, ubicado en una de las muchas colinas de las montañas que rodean el valle de la ciudad capital de Venezuela, edificó una gruta en la plaza central a la que se llega apenas entrando a sus instalaciones, en la que resguardan la imagen de su venerada Virgen de Covadonga, su Santina.
Y este 8 de septiembre, la Santina salió de su hogar para ser exaltada con un acto de celebración del centésimo aniversario de su advocación, Día de Asturias y trigésimo centenario de la creación del Reino de Asturias. La comunidad asturiana de Caracas se reunió en pleno para celebrar una santa misa y procesión en homenaje a la Virgen de Covadonga y posteriormente un acto cultural en el que participaron la coral Ecos de la Quintana del Centro Asturiano, la agrupación de danzas folclóricas y, como grupo invitado, la banda de gaitas Xuntanza Fillos de Ourense de la Hermandad Gallega de Venezuela.
En esta oportunidad el pregón corrió a cargo de la reconocida abogada asturiano-venezolana Mónica Fernández, quien llega a todos los hogares venezolanos con un programa de televisión especializado en dar a conocer casos cotidianos en los que se les brinda asesoría jurídica a personas a las que de otra forma les es muy difícil obtenerla.
Sus palabras estuvieron cargadas de motivación hacia la comunidad asturiana que hace vida en Venezuela. “Un buen asturiano no solo no olvida su origen, sino que lo hereda como capital con su sangre, y hoy estamos aquí aquellos que, por nacimiento, por herencia o por la mezcla maravillosa de los dos mundos nos hemos convertido en asturianos-venezolanos. Bendita sea la inmigración que nos ha permitido encontrarnos”, dijo Fernández.
Expresó, además, que “hoy buscamos, como nuestros ancestros, librar batallas de libertades y por eso más que nunca tenemos que estar unidos, abiertos a la integración. Hoy en este Centro Asturiano hemos logrado que todas las nacionalidades y gentilicios se sientan también parte de nuestra historia, y si de algo sabemos los asturianos es de unión, de hospitalidad y de forjarse espacios para crecer”.
Luego de la misa, la intervención del pregón y el acto cultural, todos los participantes se reunieron en el área del salón principal del Centro Asturiano y allí compartieron comidas y bebidas típicas.
