El Hogar Español de Montevideo logra reducir su déficit a pesar de que el coste por residente aumentó un 16%

Las ayudas de las administraciones españolas cubren el 16% de los gastos

Una de las votaciones durante la asamblea del Hogar.
El secretario José Fernández, el presidente Ángel Domínguez, el consejero de Empleo, Benito Díez, y el vicepresidente del Hogar, Constantino Mato.
Intervención de uno de los residentes del Hogar durante la asamblea.

La asamblea del Hogar Español renovó su directiva y aprobó el balance que deja optimismo en el camino emprendido para transformar a la institución que alberga a casi dos centenares de emigrantes y conseguir que se pueda autofinanciar con el aporte de sus residentes, aunque continuará “cumpliendo la función para la que fue creado”, aclarando la directiva María Elena Pérez que “los españoles en situación de calle, con carencia de ingresos, siguen ingresando igual” aunque no puedan pagar nada.

A la asamblea que se celebró el pasado miércoles 14 de junio, concurrieron delegados de las instituciones españolas, que son quienes tienen voto en la misma, y los socios del Hogar, que sin voto pueden consultar y expresarse en la asamblea que presidió el presidente de la entidad, Ángel Domínguez, acompañado del consejero de Empleo y Seguridad Social, Benito Díez, junto al vicepresidente del Hogar, Constantino Mato, y el secretario del mismo, José Fernández.

El presidente Ángel Domínguez explicó ante la asamblea general del Hogar Español la situación económica por la que atraviesa la institución, con un déficit que es aplacado con las ayudas del Gobierno central de España, de la Xunta de Galicia y la Diputación de A Coruña, además de los aportes de la colectividad española y las donaciones de los residentes que en algunos casos dejan sus pertenencias e inmuebles para la institución que los acoge en los últimos años de su vida.

También informó que ha mejorado la gestión de ese déficit habiéndose reducido en los últimos ejercicios a pesar de que el costo por residente ha aumentado un 16% en el último ejercicio.

Domínguez, que vuelve a repetir mandato de presidente a petición de los directivos de las instituciones, enfatizó que “hace falta que sigamos apoyando al Hogar Español”, precisando que “debemos hacer realmente un esfuerzo para dar una feliz estadía aquí a los residentes”. Confesó que “a veces aparece un milagro, porque decimos que ya no puede seguir funcionando el Hogar, pero aparece algo que nos permite continuar por cuatro o cinco meses más”.

Solicitó que no “hagamos como la colectividad judía que cerró uno de sus hogares, el más grande que tenían, porque no lo pudieron mantener”, por eso “ayudemos al Hogar que es quizás donde vamos a terminar muchos de nosotros”.

Sobre este punto explicó que el Hogar es una solución para muchos emigrantes de la tercera edad, contando que un “empresario exitoso, ingresará en los próximos días”, tiene seis hijos pero quedó viudo y “este es el lugar que eligió para estar con los de su edad los últimos años de vida”.

Mientras tanto María Elena Pérez, directiva de la institución, afirmó que “el Hogar va a seguir cumpliendo la función para la que fue creado” aclarando que “los españoles en situación de calle, con carencia de ingresos, siguen ingresando igual. Con esto quiero decir que, aunque ingrese gente pagando, igual tenemos ese espacio para los emigrantes que no lo pueden hacer y están solos”.

Puntualizó que “por eso hay que continuar pidiendo la colaboración y ayuda de todo el colectivo español porque, por más que ingresen quienes pueden pagar una cuota alta para cubrir sus gastos, igualmente vamos a tener la brecha de los compatriotas que no pueden cubrir sus gastos y vamos a tener que ayudarlos”.

Cifras y perspectivas

En el Hogar Español residen 175 emigrantes españoles, teniendo una capacidad para casi treinta más. La edad promedio de los residentes es de 87 años, siendo el menor de 67 y la mayor de 102 años. El promedio de estancia en la institución es de siete años cada residente. La composición de los residentes por género es de 70% mujeres.

Uno de los problemas que ha elevado el costo del Hogar Español es la atención que requieren quienes allí residen. Se informó que tan solo el 10% se vale por sí mismo, en tanto el 40% es semi-dependiente y el 50% son totalmente dependientes.

De esta forma, la necesidad de contar con el personal adecuado para brindar la necesaria atención a los residentes lleva a que el 68% de los gastos vayan destinados a salarios, que ascienden a casi 3,2 millones de euros.

Si bien los residentes han aumentado su aporte, que era en el 2015 del 69% y es en la actualidad el 72%, solamente un 24% de ellos pagan suficiente como para hacer frente a sus gastos.

Los datos permiten establecer que cada emigrante le cuesta al Hogar 1.400 euros mensuales, casi 200 euros más que el ejercicio pasado. De acuerdo a como se desagregó estos aportes, el 14% paga menos de 500 euros, el 22% paga entre esa cifra y 830 euros, y un 40% paga entre 80 y 1.400 euros. Tan solo un 24% aporta económicamente más de los 1.400 euros que es el costo de cada residente.

Esta situación lleva a que mensualmente el Hogar Español tenga un déficit de alrededor de 71.000 euros, que son disminuidos, como en este ejercicio, con la venta de propiedades donadas por los residentes, que ascendieron a unos 300.000 euros; el aporte de los socios que asciende a unos 28.000 euros; el ingreso por las romerías que no superan los 47.000 euros; el alquiler de inmuebles donados por unos 80.000 euros, y otras.

Sin embargo, el aporte del Gobierno de España es significativo y supuso un total de casi 447.000 euros, dividiéndose en 318.000 euros del Ministerio de Empleo y Seguridad Social y 37.000 euros del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación.

Hay que añadir que en el ejercicio de 2016 la Xunta de Galicia aportó 52.000 euros y la Diputación de A Coruña otros 40.000 euros.

Estas ayudas españolas cubrieron en este ejercicio el 16% del gasto, dos puntos menos que en 2015, pero también se produjo un aumento en los aportes de los residentes del Hogar, entre ellos pensiones no contributivas servidas por el Gobierno de España, que aumentaron tres puntos.

En definitiva, el déficit del Hogar continúa, pero se ha logrado manejar la economía y, a pesar de haber recibido menos ayuda de España en relación al gasto de la institución, igualmente se ha rebajado el déficit.

Luego de aprobado el balance y los informes presentados por el administrador Juan José dos Santos, la directora técnica, doctora Alejandra Talice, y el contador Guillermo Lombardo, se procedió a renovar la directiva ya que Gustavo Machordom había presentado su renuncia, Gumersindo Novoa se volvió a radicar en España, y cumplen seis años en la directiva José Antonio Silvar y Julio Ríos. Para todos ellos se nombraron sus sustitutos.

Serán Cándido Lois, Ligia García, Alicia Álvarez y Celestino Duarte, este último pasando de la Comisión Fiscal que quedará integrada por Eduardo Alonso, Antonio Río y Julio Ríos.

De esta forma la nueva directiva que seguirá estando presidida por Ángel Domínguez, estará integrada por Constatino Mato, José Fernández, José Cobas, Arturo Torreiro, María Elena Perez, José Martínez Graña, Cándido Lois, Celestino Duarte, Ligia García y Alicia Álvarez.