La Asociación Cultural Galega ‘A Roda’ de Lausana, un ejemplo de cómo integrar a los jóvenes

Cuenta con una directiva cuya edad media es de 25 años garantizando así el relevo generacional

Uno de los grupos de jóvenes de la Asociación

Es un sábado por la mañana en la ciudad suiza de Lausana. Un grupo de adolescentes caminan apresuradamente por las calles frías hacia un local en Renens. No tienen un grupo de rock, ni fuman a escondidas. Su punto de encuentro son las gaitas, las panderetas y el baile.

En la sala multiuso de la Asociación Cultural Galega ‘A Roda’ (www.aroda.ch) jóvenes y niños practican cada sábado percusión, gaita y danzas gallegas. En esta agrupación, cuya junta directiva tiene una media de 25 años, el relevo generacional no es algo que le quite el sueño a nadie. “Tras asistir a unas reuniones de jóvenes gallegos en el exterior en París y Frankfurt nos parecía que este cambio tenía que darse -explica el vicepresidente de la asociación Matías Vázquez-. Además, la directiva anterior nos apoyó y decidimos llevar nuestra entidad adelante. De eso hace ya casi un año”.

Su caso es un claro reflejo de que las asociaciones no tienen por qué envejecer y morir con sus fundadores. Tiene 28 años, nació en Lausana y en su vida diaria el gallego, el español y el francés conviven con naturalidad. Trabaja en una empresa suiza y no sólo es un miembro más de Lausana sino que participa activamente, a través de ‘A Roda’, en la vida cultural de la ciudad.

Matías considera que su cercanía a Galicia le recuerda “de dónde viene” y le ayuda a conciliar su cultura dual. Sin embargo, es consciente de que el caso de ‘A Roda’ no es común: “La explicación más probable de por qué no participan los jóvenes en las asociaciones es que no se programan actividades que les interesen, pero también porque la realidad emigrante cambió mucho en los últimos 15 años y hay menos gente. Los jóvenes perciben los centros y asociaciones como cosas anecdóticas del pasado y en el mundo actual globalizado ya no necesitan agruparse ya que disponen de más herramientas para ir por la vida. Por eso es un reto atraerlos a las asociaciones y hay que pensar en nuevas vías para hacerlo porque el asociacionismo sigue generando oportunidades, bienestar e integración”.

Casi 20 años de evolución
Creada en 1991, la base sobre la que se ha apoyado en estos 19 años la asociación ‘A Roda’ ha sido el fomento de la cultura gallega y el mantenimiento de las tradiciones entre las nuevas generaciones. Por eso se dan clases de baile, música, percusión y lengua. Sin embargo, la oferta se ha ampliado en los últimos tiempos, para cubrir otras necesidades de sus miembros. Así, cada martes un grupo de 15 personas, de entre 40 y 65 años, aprenden qué es eso de las nuevas tecnologías. O lo que es lo mismo, se niegan a desengancharse del mundo actual.

También hay un seminario sobre fiscalidad y un taller audiovisual. Y aunque la oferta formativa seguirá ampliándose en el futuro, la cultura es aún el eje sobre el que rotan la mayoría de las actividades de la asociación. “Estamos desarrollando un proyecto en colaboración con la Oficina de Integración de Lausana llamado ‘Via Stellae’ para hacer un festival durante el 5 y el 6 de junio cuyo tema principal será el Camino de Santiago. Lo que queremos es promover la interculturalidad y promocionar el Xacobeo 2010”, explica Matías. Además, participarán en el Carnaval, celebrarán un día de las letras gallegas en mayo, harán un ‘magosto’… y, volverán a organizar campamentos para jóvenes y un viaje por Europa, en el que, además de actuar en diversos festivales, aprovechan para acercarse a “otras realidades emigrantes”.
¿Y en otros 20 años? Matías responde tranquilo: “El siguiente relevo ya está presente. Tenemos a niños de segunda y tercera generación que se implican en las actividades y en la gestión de nuestra entidad”.