Incluyendo ya el recuento del voto de los catalanes residentes en el extranjero, la lista encabezada por Inés Arrimadas obtuvo 1.109.732 votos, el 25,26%, para hacerse con 36 actas de diputados. En segunda posición quedó Juns per Catalunya (JxC) con 948.233 sufragios -el 21,58%- y 34 escaños; que superó a Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que logró 935.861 votos -el 21,30%- y 32 escaños.
Ya más retrasado, en cuarta posición, el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) con 606.659 apoyos -el 13,81%- y 17 diputados; a continuación, Catalunya en Comú-Podem (CatCP) con 326.360 votos -el 7,29%- y 8 actas; la Candidatura d’Unitat Popular (CUP) con 195.246 sufragios -el 4,44%- y 4 escaños; y la última fuerza que consiguió representación parlamentaria fue el Partido Popular (PP) con 185.670 apoyos -el 4,26%- y 4 escaños.
Con estos resultados, a pesar del éxito de Ciudadanos, los partidos soberanistas alcanzan la mayoría absoluta, que está en 68 diputados, puesto que la suma de JxC, ERC y CUP llega a 70 escaños, 2 menos, sin embargo, de los que tenían desde 2015, cuando la coalición Junts pel Sí de ERC y el PDeCAT obtuvieron 62 y 10 la CUP.
El expresident Carles Puigdemont (JxC) podría ser el gran beneficiado, tras imponerse a ERC contra todo pronóstico, pero su situación como prófugo de la Justicia en Bruselas le impide optar a la Presidencia, puesto que para ser candidato hay que estar presente en el Parlament.
Mientras, tras el fiasco del PSC y el batacazo del PP, los partidos constitucionalistas se quedaron en 57 escaños, 13 menos que los soberanistas a pesar de quedarse a poco más de 177.000 votos. En el medio y sin terminar de definirse del todo, Catalunya en Comú-Podem.
Ciudadanos ya ha manifestado su renuncia a optar a la Presidencia, pese a las críticas de PP y PSC, y las incógnitas están en los presos y los huidos de la Justicia.