Con la Ley en la mano

¿El retorno para qué y para quiénes?

Por Ricardo Martínez Barros

Ricardo Martínez Barros.

La “desmotivación” para votar, entre los emigrantes más antiguos, alcanza un 58%. Y del 42% restante, una tercera parte afirma que no le llega la documentación a tiempo. Nos quedamos, pues, con el 28% que seguro que decide, en su mayoría, no votar. Pero anímense, porque dicen que el censo electoral exterior ha aumentado en 29.000 personas para estas próximas elecciones O sea, un 0,4% más que en las anteriores: O sea, ¡para llorar! Y a esto se le llama “política progresista”. Para reír.

Busquen las causas que “desmotivan” a los emigrantes para ejercer el voto, y ahí encontrarán también los elementos para analizar por qué muchos españoles en el extranjero no quieren volver, de momento, a su tierra. ¿Para qué quiere retornar el ingeniero/a, el médico/a, el investigador/a, el empresario/a, el cocinero/a, el artista…que ha tenido que buscar en otros lugares el reconocimiento y ayuda que aquí se le negó? De ahí que no sea ocioso el hacer la pregunta con la que encabezamos este artículo: ¿El retorno para qué y para quiénes?

Existe un gran abanico de ventajas sociales que continuamente se está abriendo para acoger a las distintas minorías más desfavorecidas. Pero, ¿hay alguna ventaja, digna de mención, para aquellos que han contribuido y contribuyen mas que nadie a la unidad de España, al aumento de su riqueza y PIB y a la estabilidad del sistema? Veamos: se les ponen dificultades para votar y elegir a sus representantes; se les castiga fiscalmente con doble imposición y no se le deduce el “gasto psíquico y físico que supone trabajar fuera del país”; no tienen premio o ventaja alguna por trabajar a miles de kilómetros de su domicilio; y se les castiga con precios explotadores cuando deciden invertir o consumir productos y servicios de su país.

Hay determinados españoles que viajan y viven fuera porque es su deseo, y no quieren regresar. Pero hay otros, la gran mayoría, que no les guía ningún afán telúrico y lo han hecho porque tenían necesidades, porque aquí carecían de las “patatas y el pan” (ver mi artículo de 11 de febrero de 2014). Y otros viven y trabajan fuera porque aquí no se les han reconocido sus capacidades, ni se les ha ayudado en sus investigaciones. Hay que distinguir, por lo tanto, entre unos y otros a la hora de establecer una política de retorno migratorio. Y esa “política” de retorno sería deseable que alcanzase el calificativo de “progresista” para que fuese atendida con la misma prioridad y entusiasmo con la que se alcanzan otras políticas, que ni son progresistas ni conducen a pacificar una sociedad bastante cabreada con gestos y actitudes que sólo buscan la captación de votos. Y para los retornados nos gustaría que se crease un órgano, a nivel de Administración Central, que amparase, en todos los órdenes, a un colectivo al que desgraciadamente se “le esquilma” demasiado.

Ricardo Martínez Barros es el fundador del Despacho Martínez Barros en Vigo, uno de los más prestigiosos y grandes de Galicia, formado por abogados gallegos. Director de los servicios jurídicos del R.C. Celta y Vicepresidente en su día. Persona ligada a la emigración con más de 1.500 artículos publicados en varios medios.

2 comentarios en “¿El retorno para qué y para quiénes?

  1. Aunque mantengo un interés por España, son ya 52 años que la dejé. Pensé en el retorno pero nunca vi la oportunidad porque hay cosas que por allí no cambia. Algunos españoles que retornaron volvieron a la emigración pues aunque ellos tuviesen dinero para comprarse un piso o cada no encontraban trabajo y sus hijos tendrían que emigrar. Si le va bien a uno para qué retornar. Con el tiempo muere la nostalgia. A los españoles que les convendría el retorno serían a los que no hicieron las Américas y deberían buscar oportunidades en España como hacen los latinoamericanos. No se tiene patria, es un engaño, la patria es de los acaudalados y tampoco la tienen segura y por lo tanto se aseguran una cuenta en el extranjero por si tuviesen que salir corriendo.

  2. Muy acertado su comentario. «El retorno» es un concepto político demagógico. Yo retorné hace 6 años y mi retorno supuso un suicidio profesional, pues España no reconoce los títulos académicos extranjeros (en mi caso del Reino Unido, aún Unión Europea). A muchos retornados que conozco de países angloparlantes no les queda otra opción que dar clases de inglés en condiciones precarias, porque las condiciones laborales en España dejan mucho que desear. Como dice usted, » No se tiene patria, es un engaño ….»

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