El Gobierno deja sin los viajes del Imserso a la mayoría de los españoles mayores residentes en Europa

El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, que dirige en funciones María Luisa Carcedo, ha decidido que la mayoría de los emigrantes españoles mayores que residen en Europa no puedan participar en el programa de viajes del Imserso para el año 2020, que reserva para esta convocatoria un total de 5.250 plazas para españoles residentes en el extranjero. Y esto es así porque a los participantes se les exige como condición que sean beneficiarios de una pensión de España y la mayor parte de ellos dejaron España siendo jóvenes o niños y no pudieron cotizar en el país, por lo que no reciben ninguna. En concreto, es requisito indispensable ser pensionista de jubilación del sistema de Seguridad Social español; o ser pensionista de viudedad del sistema de Seguridad Social español con cincuenta y cinco o más años de edad; o ser pensionista por otros conceptos del sistema de Seguridad Social español o perceptor de prestaciones o subsidios de desempleo, con sesenta o más años de edad; o ser asegurado o beneficiario del sistema de Seguridad Social español, con sesenta y cinco o más años de edad.

La reacción de los colectivos de españoles residentes en Europa no se ha hecho esperar. Desde la Confederación de Asociaciones de Padres de Familias Españolas Residentes en Francia (Apferf) han emitido un comunicado en el que consideran que esta decisión “es la más pobre y miserable que hemos conocido” y solicita al Gobierno “que la anule para que todos los emigrantes que lo deseen puedan viajar como años anteriores”.

“Esta decisión nos duele en profundidad y más todavía porque a los emigrantes se nos considera españoles de segunda. En repetidas ocasiones hemos dicho que los emigrantes cada vez contamos menos, ni en los programas de partidos, ni en las tertulias de los políticos y esta decisión confirma que solo en las consultas electorales se acuerdan de nosotros”, señalan desde la Confederación. Y recuerdan en el comunicado: «Que poca memoria tienen nuestros políticos españoles que no se acuerdan de la situación de pobreza que vivió España entre los años 1960 y 1980; en ese periodo, fuimos los emigrantes con nuestras divisas que mantuvimos a España. En esa época el 80% de los emigrantes compró un piso en España y casi todos mandaron dinero para ayudar a su familia».

Por otro lado, desde Bélgica, algunos de los afectados recuerdan que la mayoría de los emigrantes mayores residentes en este país eran adolescentes o niños cuando dejaron España, según informa Ángel Bernardino. “Claro que España, comentan, siempre nos ha tratado como a españoles de segunda o tercera clase y solo se acuerdan de los españoles en el exterior cuando necesitan nuestros votos. Siempre se ha hablado y comentado que España tiene una deuda muy grande con las personas que emigraron en las décadas de los cincuenta, sesenta o setenta ya que con sus millones de divisas contribuyeron al saneamiento de la economía española, pero como aquello ya pasó a la historia ya no cuenta para los actuales políticos”, afirma uno de los afectados.

Hay muchos casos de españoles que, siendo todavía unos niños -originarios de Peñarroya-Pueblonuevo, por poner un ejemplo, hoy en día residentes en la ciudad de Vilvoorde- cuentan que todos ellos trabajaron para empresarios desaprensivos que no los declaraban y, claro, de ahí que aquellos años de trabajo no cuentan para recibir una pensión española.

Otra señora de 89 años, Ángeles Rodríguez Tejón salió de España con solo 4 años junto a sus padres y hermanos que se vieron obligados a exiliarse en Bélgica. Esta señora, asturiana de nacimiento, dice haber viajado durante más de veinte años con el Imserso y ahora, de buenas a primeras, le dicen que no puede participar más en estos viajes. Ángeles comenta que una enfermedad la está privando poco a poco de la vista y que quisiera viajar por última vez antes de perderla del todo. Se calcula que alrededor de unas seiscientas personas, solamente en Bélgica, no podrán viajar este año.