El Centro Alma Gallega de la capital uruguaya conmemoró sus primeros 65 años de vida

El evento congregó a cerca de medio millar de personas y diversas autoridades españolas

Entrada de la banda de gaitas al salón donde tuvo lugar el acto.
Actuación de cuerpo de baile de Alma Gallega.
El presidente de Alma Gallega, el cónsul de España y otras autoridades.
Entrada de la entidad.

Con un banquete, preparado por parte de su directiva, y la música de la banda de gaitas de Casa de Galicia y su propio cuerpo de baile, el Centro Cultural y Recreativo Alma Gallega festejó los 65 años de su fundación en el sótano de un bar del centro de Montevideo.

Cerca de medio millar de socios, amigos y representantes de las instituciones amigas colmaron el salón del Centro Alma Gallega, ubicado en la calle Blandengues.

Acompañando al presidente Jesús Rodríguez, estuvo el cónsul José Rodríguez Moyano, el consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Vicente Pecino, el presidente de la Federación de Instituciones Españolas, Jorge Torres, el presidente de la Federación de Sociedades Gallegas, Ramón Nogueira, y la encargada de la delegación de la Xunta de Galicia, Adriana Fernández.

Luego de la interpretación de los himnos, Jesús Rodríguez agradeció la asistencia a los presentes, recordando aquella jornada del 9 de mayo de 1954 cuando en el sótano del bar de López y Bouza nacía “nuestra institución Alma Gallega, que no se identifica con ninguna región de Galicia en particular, pero sí reúne a todos los gallegos sin distinción”.

Aseguró que siempre “hemos recibido a todos aquellos que son gallegos, así como los de otras regiones españolas o de otros países”, lo que consta en la asistencia al evento al que, además de españoles, también acudieron uruguayos y de otras nacionalidades que habitualmente concurren a las actividades recreativas de la institución.

Rodríguez reconoció en los que dirigieron esta institución la grandeza de la misma. Estuvieron presentes Joaquín Álvarez, Manuel Picos, Antonio Barizo, Arturo Torreira y su esposa, Esperanza Pereira.

También precisó que “no debemos olvidarnos de aquellos que, de forma anónima, con voluntad, esfuerzo, tenacidad y trabajo, hacen posible que Alma Gallega se convirtiera en lo que es hoy”.

Acercar a los jóvenes

De aquella primera reunión fundadora en el sótano del bar de López y Bouza, hasta ocho años después, cuando se compra el primer solar donde hoy funciona la sede, “nadie imaginó jamás a lo que llegaríamos”, destacando que el objetivo fundamental de esta institución es acercar a jóvenes que indudablemente son nuestro futuro, basados fundamentalmente en los pilares que forjaron nuestros antecesores, que añorando la tierra donde nacimos con nuestra característica morriña, trataron siempre de preservar la cultura y tradiciones de nuestra querida Galicia en este hermoso país donde nos instalamos y formamos nuestras familias”.

Luego hablaría el consejero de Trabajo, Vicente Pecino, destacando que esta institución “fue de las primeras en tener una mujer como presidenta, por lo cual estamos en la vía de la igualdad de género y por eso me alegro bastante”.

Posteriormente, y culminando la parte de los discursos, fue el cónsul José Rodríguez Moyano quien presentó a la institución como “la prueba de la unión entre los españoles y los uruguayos, que ha llevado adelante un grupo de gallegos que hicieron de Uruguay su segunda patria”.

Acerca del nombre de la institución de la calle Blandengues, reflexionó que “Alma es un título muy generoso, pero muy ambicioso también, porque el alma es lo más importante que existe en una persona y más aún en un grupo. El alma es algo que no es geográfico y por eso el alma la llevamos todos, el alma de España y el alma de Galicia, la hemos trasplantado en Uruguay y es esa alma que tenemos que mantener en las generaciones que llegan, en nuestros hijos y nietos, para que ese lazo con España y con Galicia se mantenga, y ese es compromiso vuestro”.

Posteriormente hizo la entrada la banda de gaitas de Casa de Galicia seguido por el cuerpo de baile de Alma Gallega, los que deleitaron al auditorio que viajaron con la música y la danza en su morriña de emigrantes.

El presidente y directivos, entre los que muchos habían estado preparando el almuerzo, recibieron placas conmemorativas que entregaron los presidentes de la Federación de Instituciones Españolas, Jorge Torres, y su par del Centro Gallego, Julio Ríos.

Entre plato y plato, muchos pudieron bailar con la presentación en vivo del grupo D’Elit y la discoteca de Andrés Fernández.

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