Alrededor de 1.500 personas acuden a la romería benéfica del Hogar Español de Montevideo

Actuaron los cuerpos artísticos del Patronato da Cultura Galega, Centro Asturiano Casa de Asturias, Centro Gallego, Casa de Galicia, Centro Pontevedrés y Espacio Cultural Islas Canarias del Uruguay, entre otros

Un momento de la romería.
Una de las actuaciones.
Grupo de Casa de Galicia.
Coro del Patronato da Cultura Galega.
Cuerpo de baile del Centro Asturiano Casa de Asturias.
Conjunto del Centro Pontevedrés.
Los residentes del Hogar bajaron al jardín a disfrutar de la romería.
Los más pequeños tuvieron su espacio.
La pequeña bailarina del Centro Pontevedrés.
Walter Echenique animando la fiesta.

Casi mil quinientos romeros terminaron con casi trescientos kilos de asado y chorizos que fueron preparados en seis grandes parrillas que calentaron la mañana primaveral del pasado 9 de diciembre en los jardines del Hogar Español de ancianos de Montevideo.

Las puertas del Hogar Español recibían a los romeros que, previo pago del ticket de 500 pesos, unos 13 euros, ingresaban a una de las fiestas más importantes de la colectividad española, no solamente por la participación de más de dos centenares de artistas sobre el escenario, sino también por su significado moral para los 173 emigrantes que viven sus últimos días en esta institución.

Los romeros, poco a poco fueron tomando el jardín acondicionado con mesas y sillas que en su momento fueron donadas por el gobierno de Galicia, bajo la presidencia de Manuel Fraga, y apostados frente al escenario pero bajo los árboles centenarios que han sido declarado patrimonio vegetal de la ciudad de Montevideo.

Pero quizás lo más importante se vive entre esa muchedumbre, donde hay encuentros de paisanos que se ven una vez al año en este evento, y donde se aprecia cómo van bajando los abuelos en sillas de ruedas empujadas por su familia.

Otros emigrantes que residen en el Hogar Español se han de conformar con la familia compuesta por sus vecinos de pieza o piso, y por los funcionarios y directivos de la institución, porque o no tienen familia o ella les ha abandonado allí.

Pero esta jornada también es especial porque a los casi trescientos kilos de carne que se echa en las parrillas gigantes se le suma la actividad que se vive en el gran bar donde directivos de todas las instituciones sirven las bebidas y preparan rabas de calamar y pescado frito como aperitivo del asado. También hay un puesto de dulces que es visitado después del postre helado que incluye el ticket, todo lo que termina dejando una ganancia económica importante para satisfacer las necesidades de muchos residentes, que son administradas por la Comisión de Ayuda.

También había una tienda del emigrante carballés Jesús Rama que dona parte de las ventas para el Hogar y que en la ocasión recibió la distinción de que una sala de la institución lleve su nombre.

Al festival gastronómico se le suma la música, el cante español y los bailes que tuvieron como participantes los cuerpos artísticos del Patronato da Cultura Galega, Centro Asturiano Casa de Asturias, Centro Gallego, Casa de Galicia, Centro Pontevedrés, Espacio Cultural Islas Canarias del Uruguay y los cantantes Marisa Barrios y José María García, además de los gaiteros ‘Os de antes’ que junto a Marisa animan las veladas bailables que se desarrollan todos los viernes con los internos del Hogar.

En esta velada, además de la presencia de Ignacio de Carcer, segunda jefatura y subrogante del embajador español, Javier Sangro de Liniers; del cónsul general José Rodríguez Moyano; del consejero de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Vicente Pecino, también estaban presentes el presidente de la Federación de Instituciones Españolas, Jorge Torres; el de la Federación de Sociedades Gallegas, Román Nogueiras, y directivos de todas las instituciones, la mayoría trabajando en distintas tareas para hacer que la romería llegue a buen puerto.

También acudieron el director del colegio Los Pinos, Pablo Bartol, que había sido invitado a la romería junto a un grupo de voluntarios australianos que están trabajando junto a él en el barrio Casavalle, una zona deprimida de Montevideo donde este centro educativo gratuito ha logrado una inserción estudiantil importantísima de sus alumnos.

La fiesta continuó hasta que una tormenta hizo que todos los romeros tuvieran que marcharse, a eso de las cinco de la tarde, quedando en los jardines el aroma de la solidaridad y el cariño que llenaron de felicidad a los casi doscientos abuelos que viven en el Hogar Español.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.